El Heraldo
Un grupo de congos danzando en la Vía 40 en el Carnaval 2020. John Robledo
Cultura

El Carnaval que quieren los hacedores

Virtual, semipresencial o incluso con público, los que forjan la fiesta plantean soluciones que preservan la salud y la vida.

Está claro que la Batalla de Flores y otros eventos masivos del Carnaval de Barranquilla no se darán el próximo año con la majestuosidad histórica acostumbrada. Como lo expresó a EL HERALDO la secretaria de Cultura del Distrito, María Teresa Fernández, “lo más importante es preservar la vida y la salud de los barranquilleros, por lo tanto en febrero de 2021 no se contemplan actividades y eventos que signifiquen un riesgo para el bienestar de todos”.

Carla Celia, directora de Carnaval de Barranquilla S.A.S. explica que ante la situación que obliga la Covid-19, junto a la Alcaldía Distrital, su Secretaría de Cultura y hacedores se propondrán “nuevas formas para que siga vigente nuestra tradición”.

“La tecnología y virtualidad serán herramientas importantes para honrar el legado de sus artistas, para seguir promoviendo la variedad folclórica que nos convirtió en Patrimonio de la Humanidad, todo esto alineado al PES, Plan Especial de Salvaguarda, hoja de ruta para la preservación de la Fiesta”.

En concordancia con lo dicho por Celia, esta casa editorial conversó con varios hacedores para conocer su punto de vista sobre la fiesta que ellos imaginan. Virtual, semipresencial o incluso presencial, para los que hacen el Carnaval lo único que no puede ocurrir es que la ciudad se aparte de sus tradiciones, identidad y cultura que la hacen única e inigualable,  Patrimonio del mundo.

Alfonso Fontalvo, Director del Toro Ribeño, danza con 142 años en la fiesta

“Barranquilla es una ciudad en la que su gente es muy distinta a la del resto del mundo. Yo he escuchado muchas cosas que se dicen por la radio y la televisión; sin embargo, no estamos en Carnaval y estamos viendo gente festejando cualquier cosa en diferentes partes de la ciudad, picós que duran dos y tres días prendidos y nadie hace nada (...) El barranquillero es necio, esa es su naturaleza, un velorio lo convierte en fiesta, porque aquí lo que cunde es la alegría, por eso es que aquí se hace el Carnaval, una fiesta que nadie trajo, no vino de ningún lado, no tiene tradición foránea. Es una manifestación propia que creó el mismo hombre de aquí (...) Yo respeto lo que digan la Alcaldía y la Junta de Carnaval de Barranquilla, que expresen cómo será lo que viene, que busquen la manera de ponerse de acuerdo con la gente, pero la fiesta no puede desaparecer, no debe perderse”.

Juan Ruiz, Presidente de Fundicarnaval, organización con 20 años en la fiesta

“Después de la angustia de esta pandemia del Covid 19, que demoramos mucho tiempo encerrados, yo creo que al pueblo sí hay que darle un poco de alegría. No se puede seguir mandando el mensaje de tristeza y de muerte, los carnavaleros no estamos para eso (...) Yo no estoy de acuerdo con eso del Carnaval virtual, eso es una gran mentira, a la gente le significa encierro, le cogió fobia (...) Mi propuesta es que para esos días impulsemos el Carnaval por televisión, la radio, los periódicos, con una programación. Yo soy consciente de que esos eventos grandes no se pueden hacer porque ya no hay tiempo de armarlos. Pero los disfraces, que son 300 o 400, vayan en tráilers bien decorados, que se monten ahí guardando el distanciamiento, que se tracen unas rutas por donde pasen esos camiones y no paren, sino que la gente desde sus casas pueda verlos”.

Marlio Cortés, fundador y director de la Comparsa Afrocaribe. 26 años en la fiesta

“Nosotros vamos a tener Carnaval, no pensamos abstraernos de la fiesta como tal, estamos esperando un pronunciamiento oficial de parte de la Alcaldía y Carnaval de Barranquilla (...) A mí se me ocurren varias formas de hacerlo. Una, aprovechando el Malecón con dos escenarios, con todas las restricciones y protocolos donde se pueda asignar la distancia entre el público con un aforo máximo. Que esos escenarios tengan una programación continua para que las personas que asistan no se queden, sino que roten. Las dos tarimas tienen que estar separadas dos km una de otra, también debe tenerse una transmisión de televisión. Esa transmisión la ven las personas en su casa y el público que esté ubicado en sus carros viendo unas pantallas de cine, como ya se está haciendo en otras partes (...) También hay que pensar en una fiesta con una mirada desde lo académico”.

Patricia Gómez, directora de Las Marimondas del Barrio Abajo. 36 años en la fiesta

“Imagino la realización del Carnaval virtual como ‘shows’ de cada agrupación folclórica televisados en cadena regional y nacional o en nuevos formatos digitales dirigidos a dispositivos móviles. Desde mi comparsa lo hemos probado, la gente responde ante transmisiones de Instagram o Facebook Live de manera alegre y carnavalera. En dos sesiones de ‘calentamiento digital’ hemos logrado conectar a más de 600 personas y luego en compañía de la Alcaldía más de 7.000 vieron nuestra transmisión. (...) Sin embargo, el deseo general de los hacedores es quemarnos los pies en la vía 40, es por eso que hemos propuesto a las autoridades repensar las fechas, hacer pilotos con medidas de bioseguridad,  agotar las opciones. En todo caso acataremos las determinaciones del Gobierno, de Minsalud, porque si algo tenemos claro es que la vida es primero”.

Julio M. Sánchez, director del Congo Reformado, danza con 56 años en la fiesta

“Sí se puede hacer el Carnaval después de que se tomen todas las medidas necesarias. Desfiles como el de la Batalla de Flores en el gran Malecón, naturalmente sin público, pero con transmisión de televisión y periodistas. Lo otro que propongo es ocupar los escenarios como el coliseo Elías Chegwin o el Teatro José Consuegra para que se presenten los grupos. Si hacemos esto el impacto social en el país y el mundo sería enorme y estaríamos dando ejemplo de comportamiento y cultura. El Carnaval no será el que todos conocemos, pero sí debe hacerse en las fechas que están estipuladas. Hay que saber capturar al público que verá los espectáculos, ya sea por medios digitales o televisión, no se puede hacer ni presentar algo corriendo, hay que tener todos los juguetes. Nosotros y muchos grupos que se han presentado fuera de la ciudad o del país ya tienen experiencia en presentaciones en teatros. Si lo hacemos con toda la seriedad del caso, alegría y la energía que tenemos los barranquilleros yo sé que va a gustar mucho”.

Hernán Pernett, director del Cipote Garabato, danza con 30 años en la fiesta

“Tenemos claro que será un Carnaval virtual, con esta crisis mientras no tengamos una vacuna los eventos masivos estarán prohibidos. Sé que existen alternativas, pero Carnaval es Carnaval y las fechas ya están establecidas, los 40 días antes de la Cuaresma, entonces si se mueve ya no sería Carnaval (...) Va a ser una celebración muy diferente en un escenario distinto. Estamos tratando, si se puede, si se cumplen los protocolos y la Alcaldía autoriza, hacer algo semipresencial. Muchos integrantes me dicen que hay que celebrar, que importa si cada uno lo hace desde sus casas, pero de que hay Carnaval para nosotros lo hay, cada uno se va a poner su vestuario y se pintará la cara. Imagino en nuestra sede hacer una izada de bandera con pocos integrantes a nivel de grupo y obviamente sin reina. Vamos a lanzar un video, sacar una revista, también tenemos un plan musical con unos versos nuevos por los 30 años. Hay mucha celebración que hacer de manera virtual”.

Luz Marina Cañate, directora de la Corporación Folclórica y Cultural Bambazú, que tiene 40 años en la fiesta barranquillera

“Definitivamente no vemos posible un Carnaval de Barranquilla 2021 presencial porque si usted hace alguna muestra, así sea pequeña, la gente llega y eso es lo que no se quiere. Virtualmente se podría hacer algo de manera pedagógica, enseñarle a la gente cuáles son los procesos de organización de cada grupo, las diferentes modalidades. Aún no hemos hecho videos todavía, pero ya estamos pensando en eso.Somos una danza de tradición que representa la cultura afro en el Carnaval con la danza del mapalé. Bambazú abarca varios barrios de la ciudad, todos vulnerables. Nuestra sede está en el barrio San Pachito, los alrededores de San Francisco y la Concepción. Tenemos niños y jóvenes de Nueva Colombia, La Manga, Me Quejo, Ciudadela 20 de Julio, incluso de Soledad y Malambo”.

Gabriel Marriaga, fundador del Cumbión de Oro. 37 años en la fiesta.

“Estamos concientizados de que no habrá eventos masivos. Estamos preparándonos para algunas actividades a través de las redes, sabemos que habrá algunos eventos que me imagino serán pregrabados y en sitios cerrados. Me imagino que tampoco será con todos los grupos, sino con los más fuertes, los que tienen mayor arraigo y proyección. Entendemos que bajo estas circunstancias no se puede hacer nada, todavía estamos temerosos por un posible rebrote, ni permita Dios esa vaina porque ahí sí olvidémonos de todo. Incluso algunos integrantes me han dicho que si llega a hacerse algo ellos se marginan porque primero está su salud. Hay que hacer cosas en las redes para tener a la gente metida en el cuento, que no se nos desanimen, sobre todo los más jóvenes del Cumbión. No es fácil conseguir nuevos integrantes, la juventud hoy en día tiene otras cosas en la mente y ven el Carnaval desde otro ángulo”.

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