Morten Strøksnes es también una criatura del mar. Tanto, que la vida en las profundidades del océano le resulta más interesante que lo que ocurre en tierra firme. Quizá por eso mordió el anzuelo que mucho tiempo atrás atrapó a su tatarabuelo, un hombre impulsivo que dedicó su vida a desafiar las aguas más embravecidas, aunque estas terminaran por acabar con su vida. Su barco naufragó en algún lugar del Pacífico y todos los que iban a bordo murieron. Morten, pese a ese dramático final, prefiere pensar que su tatarabuelo pertenecía y debía regresar al mar.
Quizá heredó de él ese poder de atracción y fascinación por el mar. Eso cree este escritor, historiador y fotógrafo noruego, autor de El libro del mar, que por estos días comparte en Cartagena, en el Hay Festival, relatos de una descabellada aventura en las islas Lofoten, al norte del Círculo Polar Ártico. Morten se decidió a capturar a una 'bestia que supera al mismo ser humano: casi ocho metros de longitud, mil kilos de peso, cuatrocientos años de esperanza de vida y una carne que contiene una sustancia altamente tóxica, capaz de ser letal. Un buen cómplice, una lancha neumática y el temible tiburón boreal.
Pregunta: Hablemos sobre los orígenes de esta gran pasión. Empecemos por su tatarabuelo, ¿en él ha encontrado la explicación?
Pregunta: ¿Nos puede contar tres cosas que probablemente no sepamos del océano y de su inmensidad y que al descubrirlas le hayan impactado poderosamente?
Pregunta: En el libro usted se presenta como un aventurero ambicioso y entusiasta, pero... ¿alguna vez dudó del sentido de todo esto?
Pregunta: Porque no es un plan frecuente ir a capturar tiburones boreales...
Pregunta: ¿Qué piensa sobre ese ideal de bestia sangrienta en la que el ser humano ha convertido al tiburón, acaso no somos letales nosotros también?
Pregunta: ¿Qué tanto cambió su forma de ver el mar, su poder, su fuerza, a través de este libro?
Pregunta: ¿Hay algo que le llame poderosamente la atención de la Región Caribe para estudiar o escribir sobre eso?
