Sarna con gusto no pica”, decían las abuelas. Pero ¡vaya si les está picando a la gente de Cali, Valle del Cauca, Medellín, Bogotá y demás, a quienes les pareció exótico votar por guerrilleros y radicales! Piquiña de la mala viendo cómo destruyen sus ciudades y cómo los encierran en sus barrios. Es que la apatía y la comodidad frente a los procesos electorales terminan pasando factura. Y más en estas épocas en las que somos blanco de un terrible complot regional que ya penetró a Chile, tiene en salsa a Perú, y está haciendo de todo por tomarse a nuestro país. Ojalá sirva de ejemplo para las próximas elecciones del 22.
Esta locura sirvió para imaginar el escenario que tendríamos con un gobierno de los malandros: Si en plena democracia un tipo Maltés, a quien nadie conocía ni nadie nombró, monta este desastre y se atreve a exigirle vainas al gobierno, ¿cómo actuaría en un régimen comunista? Si desde la oposición el senador Bolívar osa aparecer denigrando contra los sacrificados policías que son la autoridad, ¿qué diría respaldado por el gobierno? Si siendo minoría nacional, la gente de Fecode no se inhibe en elegir como su presidente a un siniestro personaje acusado de asalto a mano armada. ¿De qué serían capaces dentro de los temas de educación? ¿Qué les espera a nuestros niños y nuestros jóvenes? Si desde afuera no les importa desabastecer y empobrecer a la gente, ¿les importará alguien estando en el poder?
Hay que unirse y rechazarlos. Pues se trata de algo muy bien planeado organizado y financiado por los narcocomunistas. El gobierno, aunque luzca un poco tarde, está reaccionando: ya la Vice condicionó a la Bachelet su sesgada visita; ya Duque le pasó la pelota a gobernadores y alcaldes de las ciudades afectadas, que se niegan a acatar medidas, ¿qué tal? Nada contundente hacen, mientras los criminales no cesan sus ataques, ni los van a cesar, que ya quemaron expedientes judiciales, e irán más allá si no los frenan. No es hora de posiciones blandengues, ni de tratarlos como terrorismo urbano “de baja densidad”; el terrorismo no tiene grados, es como la preñez. ¿Baja densidad? ¿Un “tris” preñada? No. Son terroristas, y punto. Es porque llegó el ejército que aceptaron desbloquear. Duque continúa expidiendo decretos orientados a mitigar daños, a mejorar la economía, no menciona el ingreso solidario comunista y promotor de flojera, ni se afana, pues el tiempo aumenta el rechazo ciudadano a paros bloqueos y vandalismo, y el apoyo y la solidaridad para con la Policía y las fuerzas del orden.
Pero eso no basta. Pastrana, Vargas Lleras, Uribe, y hasta el inefable Gaviria, todos deben unirse y defendernos, así sea en un cogobierno. Porque si no se detiene este alud de desvaríos, imaginen…
Coletilla: Entre los aciertos del presidente Duque resalta el nombramiento de Mauricio Vargas como embajador ante Francia, que buena falta que le hace a la diplomacia funcionarios con la estructura, formación, verbo y, como buen caribe, firmeza de carácter. Felicitaciones al escogido, y augurio de muchos éxitos.
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