Lo que se pregunta por ahí

P.: ¿De dónde viene chuzar, acción de oír o grabar en secreto llamadas telefónicas ajenas? Berrío G., B/quilla

R.: El verbo preciso para aludir al espionaje de una llamada privada es intervenir. Viene del latín intervenio, uno de cuyos sentidos es “aparecer entre tanto”. En efecto, la intervención de una línea implica la aparición de un tercer oído entre tanto dos personas hablan por teléfono. En Colombia, cuando no media una orden legal, se dice chuzar. Según expertos consultados, hay dos versiones sobre el origen de chuzar.

Una dice que deriva del árabe zuğğ ‘apoyo de una lanza’, que dio zucho, y luego, por la figura de dicción que consiste en alterar los sonidos de una palabra (p. ej., Grabiel por Gabriel), dio chuzo. Otra, que es “un derivado regresivo de chuzón, alteración de zuizón, que viene de zuizo, porque la soldadesca suiza usaba esa arma”. Pese a todo, no veo la relación entre chuzar, que es herir con un objeto punzante, e intervenir una línea, que es ejecutar una acción valiéndose de softwares y de otros recursos técnicos.

P.: ¿Cuál fue el aporte de Kiki de Montparnasse al dadaísmo? Pipo Manjarrés, B/quilla

R.: La francesa Kiki de Montparnasse (1901-1953) fue un ícono del barrio parisino de su nombre. Desenfadada y alegre, en 1929 fue elegida Reina de Montparnasse, con comparsas y banquete incluidos. Modelo desnuda de artistas menores, fue convirtiéndose en musa de los mayores y en estampa de la bohemia de Montparnasse, compuesta por hacedores de arte de recursos exiguos y vida caótica, algunos de los cuales fueron sus amantes, aunque ella nunca fue promiscua, pues siempre le apostaba al amor. Varios de ellos –Man Ray, Calder, Breton, Gargallo, Cocteau, Chagal, Eisenstein, Modigliani– fueron muy famosos después.

El fotógrafo y pintor Man Ray, su amante durante nueve años, la retrató desnuda en cientos de fotos, dos de las cuales han sido juzgadas como obras artísticas superlativas: El violín de Ingres (1924) y Blanco y negro (1926). El aporte de Kiki al dadaísmo, y luego al surrealismo, fue haber sido diosa, inspiración y alegría de vivir.

Nota: La semana pasada dije que la frase ‘estar en tres quince’ se originó porque un bar en Andalucía vendía tres vasos de vino por apenas 15 céntimos. Me escribe Julio R. Pérez Puentes: “Esta expresión es tomada de las galleras, donde la medida ideal (peso) de los gallos finos o de casta para ir a la pelea o mantener la balanza en equilibrio era de tres libras y quince gramos. Esta medida fue llevada idealmente a los hombres que tomaban licor y se mantenían de pie un poco desequilibrados al pararse o al caminar”.

Por su parte, Gilberto Páez, sobre la voz charúa, de la que también hablé la semana pasada, me dice: “Si mal no estoy, es un pez voraz comestible. Por lo voraz, es poco apetecible; sin embargo, por lo económico lo consumían familias de escasos recursos. Ese término lo escuchaba mucho en el mercado cuando de niño acompañaba a mi madre”.

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