No es otra la razón por la que Petro detesta a nuestra ciudad, de la que solo le interesa los votos que le genera, que aquí siguen los petristas fieles a su líder creyendo todo lo que él afirma así sea tan obvio el positivo cambio de Barranquilla, aunque a sus cuadras y a los barrios en que habitan les hayan pavimentado sus calles, construido sus andenes, parques, escuelas y centros de salud cercanos, valorizando sus propiedades, haciendo más amable su entorno inmediato y con el mejor sistema de salud del país. Si su mesías afirma que es la ciudad que más se empobrece del país, hay que creerle. Su hijo estudia en una escuela pública nueva o remodelada, con un alimento balanceado diario, educación bilingüe y con canchas deportivas en la escuela y en el barrio. Pero si Petro dice que eso no es cierto, Petro tiene la razón. El malecón del río y el de Rebolo, el Eco-Parque Mallorquín, la playa de Puerto Mocho, el Mercado de Granos y los del Playón, las ampliaciones de calzadas, el mejoramiento de 10.000 viviendas, Credichévere, la nueva Institución Universitaria de Barranquilla, IUB, etc., todo es falso.
A un individuo ególatra como lo es Petro, la indiferencia que le demuestra nuestro alcalde lo desencaja, obvio no hay manera más baja para desquitarse que mentir sobre la situación de la ciudad, complaciendo así a desadaptados locales que nunca faltan, incapaces de aceptar la positiva administración de Alex Char.
Sabemos que tradicionalmente Barranquilla no ha sido tan favorecida con recursos de la Nación como otras ciudades privilegiadas por los gobiernos centrales, así que para haber logrado el desarrollo que reconoce todo el país ha sido necesario inventarse recursos propios. Las primeras obras de transformación de ciudad fueron financiadas por una valorización pagada con nuestros tributos. Y desde el primer período de Alex se ha logrado un positivo y muy reconocido cambio con nuestros impuestos de Predial e Industria y Comercio, más otros tributos, y obviamente mediante créditos amparados con esos ingresos.
Es que desde hace 17 años es Barranquilla la de mayor inversión per cápita del país, o sea la que más invierte por habitante. Ejemplo que he mostrado en varios años anteriores. Veamos: El presupuesto de Bogotá 2025, con 7.910.000 habitantes, es de $31,3 billones = $3.957.000 por habitante. El de Medellín 2025 es de $10,9 billones y tiene 2.630.000 habitantes = $4.149.000 por cada paisa. Cali tiene 2.294.000 habitantes y su presupuesto 2025 es de $6,5 billones = $2.833.000 por cada caleño, y el de nuestra Barranquilla 2025 es de $6,7 billones con 1.324.000 habitantes y una inversión promedio de $5.060.000, por encima de las tres restantes capitales. Esfuerzo que los barranquilleros estamos haciendo para vivir en una mejor ciudad.
@nicorenowitzky