Aun cuando no falten críticos, como siempre ocurre en política, la verdad es que ha caído bastante bien en el país la coalición Ahora Colombia, conformada por el Nuevo Liberalismo, el Partido Mira y Dignidad & Compromiso.

Ha caído bien, en primer término, porque Ahora Colombia no es una fuerza política creada para darle continuismo a la presidencia de Gustavo Petro, dado el evidente y rotundo fracaso de su administración. Y porque es casi imposible cogerlo en un acierto y, en contraste, pululan sus errores, empezando por sus acuerdos clientelistas y los escandalosos hechos de corrupción.

Aunque Petro y sus altos enmermelados se esfuercen en presentarse como el gobierno “del cambio”, quien no se deje obnubilar por su retórica agresiva y altisonante, y hueca, concluirá que, en el fondo y en muchos aspectos, ellos son mucho más parecidos que diferentes a los jefes de los gobiernos anteriores.

Ahora Colombia también despierta fuertes simpatías porque no es una coalición para regresar a las posiciones de los gobiernos de los partidos que mandaron antes de 2022, los cuales, por sus graves errores de décadas, concitaron un numeroso voto de castigo en su contra y a favor de Gustavo Petro, quien además se presentó como lo que no era, según se ha confirmado hasta la saciedad.

Luego de cordiales conversaciones, las fuerzas integrantes de Ahora Colombia nos pusimos de acuerdo en un programa de diez puntos que puede encontrase en las redes, cuyo texto se organiza con los siguientes subtítulos: Lucha contra la corrupción, democracia e independencia de los poderes públicos, seguridad, derechos fundamentales, derechos sociales, participación efectiva de la mujer, protección de la niñez, medio ambiente y justicia climática, generación de ingresos y cultura ciudadana, capaz de abrir el camino a importantes progresos en el país.

El acuerdo también establece que Ahora Colombia no es una fusión del Nuevo Liberalismo, el Partido Mira y Dignidad & Compromiso, porque tienen diferencias entre ellos y ninguno desaparecerá, como es natural en las coaliciones. Y dichas diferencias se tramitarán con actitud democrática y constructiva, como deben tratarse los puntos de vista diferentes entre los colombianos.

Constituida Ahora Colombia –que puede traducirse como que ahora le tocó el turno al verdadero progreso de Colombia–, continuaremos con la tarea fundamental de construir sus listas al Senado y a la Cámara de Representantes, con las que elegiremos fuertes bancadas en las elecciones de marzo de 2026.

Como es natural, hay críticos a esta propuesta. A unos, aunque no estemos de acuerdo, les reconozco la buena fe de su opinión. Pero otros son los de las bodegas petristas –pagos y no pagos y reales o falsos–, seguidores del asesor de Petro en las elecciones de 2022, y hoy diplomático de Colombia en Chile, quien orientó a la cúpula petrista a “correr la línea ética”, es decir, a actuar con dolo en el debate político y en el Gobierno.

En cuanto a la Presidencia en las elecciones de 2026, Ahora Colombia hará los esfuerzos necesarios por presentar su candidato. Hoy están postulados Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán, sobre quienes decidiremos en los próximos meses.

Y señalar que son bienvenidos a este proyecto político quienes coincidan con los principios democráticos que nos orientan y deseen prestarle un servicio a Colombia.

Tomado de Cambio Colombia