El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reducirá en un 30 % su presupuesto en Colombia por “la disminución global de los recursos disponibles para la acción humanitaria” y cerrará en los próximos meses sus oficinas en Apartadó y Pasto.
Leer también: Denuncian que Gobierno ha gastado 25 mil millones de pesos en traslado de deportados desde EE. UU. hacia Colombia
Así lo informó este martes el CICR en un comunicado en el que señaló que “esta situación obliga a la organización a cerrar algunas de sus estructuras, reenfocar actividades y disminuir su personal en el país” y también provocará que la oficina de Colombia asuma un carácter regional y tenga a su cargo las delegaciones de Perú, Ecuador y Bolivia.
“Estas medidas, infortunadamente, afectarán a alrededor de 120 posiciones laborales. El CICR lamenta profundamente el impacto que esto genera en el personal que resulta afectado, y expresa su más sincero reconocimiento a los colegas que, con compromiso, entrega y cariño, han contribuido durante años a su misión humanitaria”, añadió el organismo.
El Comité manifestó su preocupación porque esto ocurra en un contexto en el que la situación humanitaria de Colombia “se deteriora” y las comunidades afectadas por la violencia “aumentan”.
“Por esta razón, aunque no ha sido una decisión fácil, el CICR ve necesario reorientar sus operaciones para garantizar la continuidad efectiva y la sostenibilidad de su labor en el país con los limitados medios actuales”, agregó la información.
Ante esta situación, el CICR se concentrará en atender las zonas más afectadas por los conflictos armados y dará prioridad a la protección de civiles, al cumplimiento del derecho internacional humanitario (DIH) y a la respuesta a emergencias cuando los actores locales no puedan brindar asistencia suficiente o inmediata.
“El CICR es plenamente consciente de que la reducción de su capacidad operativa implicará impactos en algunas comunidades, y reconoce que esta situación puede afectar el alcance de su acción”, señaló el organismo, que dijo mantener “su firme compromiso de permanecer cerca de las personas afectadas por los conflictos armados, trabajando para aliviar su sufrimiento y proteger su vida y su dignidad”.


