Un grupo de jóvenes llamados Brayan difundió un video humorístico que se viralizó este miércoles para responder al presidente Gustavo Petro después de que en su más reciente Consejo de Ministros los calificara como “vampiros codiciosos” que abandonan a las mujeres y las dejan embarazadas.
En el video, que acumula cientos de miles de ‘me gusta’ en redes sociales, a modo de “comunicado oficial”, once hombres replicaron al mandatario y reclamaron respeto para quienes llevan ese nombre.
“Durante años se nos ha señalado injustamente, nos han convertido en meme y nos han negado el derecho a ser tomados en serio en nuestra vida laboral”, afirmó el influenciador Brayan Mantilla, conocido como El Brayan en redes sociales, donde acumula más de un millón de seguidores.
Esta semana, durante un Consejo de Ministros televisado, Petro afirmó que “en todo barrio popular hay un Brayan que se lleva a las mujeres quién sabe a qué y las deja embarazadas”, lo que generó críticas por asociar ese nombre con la pobreza, la delincuencia y los sectores marginales.
“Nosotros no somos culpables del nombre que nos dieron nuestros papás”, agregó
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Un nombre común
El nombre Brayan, común como primer o segundo nombre en Colombia, es una variación fonética de Brian o Bryan.
Surgió como una adaptación moderna en países de habla hispana para reflejar la pronunciación en inglés, un fenómeno que también ocurre con otros nombres como Dayana (por Diana) o Maicol (por Michael).
Según medios locales, a principios de la década de los 2000, el nombre Brayan era uno de los más comunes, con más de 15.000 ciudadanos registrados como tal.
Bajo el sello ficticio de la Asociación de Brayans de Colombia, los jóvenes parodiaron el tono institucional para plantear sus reclamos, entre ellos que se declare un Día Nacional del Brayan “con festivo incluido porque el respeto también se celebra”.
En un comunicado, los creadores del video aclararon que la parodia “nació como un ejercicio de humor e ironía sobre los estigmas sociales” que cargan las personas que se llaman Brayan y que no tiene “ninguna afiliación política, ni representa apoyo a partidos, candidatos o movimientos”.
“El mensaje original buscaba reírnos de nosotros mismos y reflexionar un poco sobre cómo los nombres no definen a las personas. (Hablamos también por las Valentinas, Lauras, Camilas, Sneyders). Pedimos respeto por el sentido de este ejercicio y recordamos que la creatividad y el humor son libres, pero no deberían manipularse para fines políticos”, señalaron.