Con el paso de los días se conocer nuevos detalles sobre el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien recibió tres impactos de bala – dos en la cabeza y uno en la pierna – cuando se encontraba en una actividad política en el barrio Modelia, localidad de Fontibón, en Bogotá, en pasado 7 de junio.
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A siete días de que se cumplan dos meses del ataque contra el congresista, el director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, reveló que aún falta materializar la captura de dos personas más involucradas en el crimen y que serían pieza clave en la investigación.
Según el uniformado, estas personas tendrían un vínculo con la estructura Teófilo Forero, que hace parte de las disidencias de la Segunda Marquetalia.
“Nos estamos acercando de forma profunda a identificar al determinador del atentado”, indicó el general Triana al diario ‘El Tiempo’.
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De acuerdo con las autoridades, desde la fecha del atentado contra el político del Centro Democrático, se han llevado a cabo más de 248 actividades judiciales como: allanamientos, análisis de cámaras, entrevistas y labores de inteligencia.
Y hasta el momento, han sido judicializadas y capturadas seis personas que actuaron directamente en el ataque perpetrado por un menor de edad, quien portaba una pistola Glock 9 mm, la cual accionó en varias oportunidades contra la humanidad del senador, que se encuentra en delicado estado de salud en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe.
El general Triana explicó que alias Gabriela, capturada en el Florencia, Caquetá, habría sido enviada a un sector donde delinque la Teófilo Forero, hecho que reforzaría que dicha disidencia estaría vinculada con el atentado.
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“La instrucción era que llegara al Caquetá para recibir entrenamiento y protección. Esa zona está dominada por esa organización armada”, dijo al medio capitalino.
Además, aseguró que las investigaciones realizadas por las autoridades están a punto de llegar con los otros participantes del ataque y autores materiales.
“Hay un hilo conductor claro. Nos faltan unos dos por capturar, pero los tenemos plenamente ubicados. Vamos a llegar hasta la última consecuencia”, dijo.
El director de la Policía también señaló que se tiene como prioridad hallar a los financiadores, facilitadores y planificadores del crimen.
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“Seguimos de forma muy detallada en el camino hacia la captura de los determinadores del atentado. No es solo una prioridad institucional, sino una obligación con la democracia”, expresó a ‘El Tiempo’.
Los capturados por el atentado a Miguel Uribe
El sicario: un menor de 15 años
El ejecutor material del crimen fue un adolescente de 15 años, cuya identidad no puede ser revelada por protección legal. Este joven, quien según alias “Andrea” ya estaba entrenado para este tipo de actos, recibió el arma al interior del vehículo momentos antes del ataque.
Las cámaras de seguridad captaron desde múltiples ángulos el momento exacto en que el menor desenfundó la pistola y disparó al menos tres veces contra el senador Uribe Turbay. Tras el ataque, uno de los escoltas del congresista logró herirlo en una pierna, y fue capturado a pocas cuadras del lugar cuando intentaba huir.
El menor, quien actualmente se encuentra en el búnker de la Fiscalía, fue engañado por el Costeño, quien le había prometido una motocicleta para escapar que nunca existió. “Era una vuelta suicida”, confesó posteriormente el cerebro del crimen a sus cómplices.
El conductor: Carlos Eduardo Mora, alias “el Venezolano”
Carlos Eduardo Mora González, conocido como “el Venezolano”, fue el encargado del transporte durante la operación criminal. Este hombre, residente en Soacha, fue contactado por el Costeño el 6 de junio con una propuesta directa: le pagarían cinco millones de pesos por servir de “patrulla” en una operación para “meterle plomo a alguien”.
El venezolano condujo el Chevrolet Spark gris que transportó a los participantes hasta el lugar del crimen y posteriormente sirvió como vehículo de escape. Tras el atentado, recogió al Costeño y a Andrea, y siguiendo órdenes del cerebro criminal, se deshizo del teléfono celular que había usado el menor sicario durante la operación.
Fue capturado el 12 de junio y enfrenta cargos por tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores de edad en la comisión de delitos, todos los cuales rechazó.
La mensajera: Katherine Martínez, alias “Andrea”
Katherine Martínez, una joven de 19 años oriunda de Soledad que llevaba apenas dos meses viviendo en Bogotá, cumplió un papel crucial como intermediaria en la operación. Alias “Andrea” fue la encargada de recoger el arma que se usaría en el crimen, trasladándose hasta el barrio Recreo en Bosa, donde un hombre en motocicleta le entregó la pistola Glock envuelta en una bolsa.
Además, pagó a través de una plataforma digital el servicio de transporte que llevó al menor sicario hasta el lugar del ataque y estuvo presente en el vehículo cuando se le entregó el arma al adolescente.
Tras el atentado, Gabriela permaneció en contacto con el Costeño hasta el 13 de junio, cuando este le prometió ayudarla a ocultarse de las autoridades. Le ofreció contactos en Florencia, Caquetá, donde supuestamente podría tomar cursos de drones o francotirador con la guerrilla.
Antes de viajar, siguió las instrucciones del Costeño de entregar su teléfono celular cerca de la cárcel La Picota. Fue capturada en Florencia el 14 de junio, cuando intentaba cambiar su apariencia y portaba más de un millón de pesos en efectivo.
El facilitador de la fuga: William Fernando González Cruz, alias “el Hermano”
La captura ocurrida el 19 de junio, fue la de William Fernando González Cruz, conocido como “el Hermano”. Su función específica fue facilitar el escape del Costeño y Andrea después del atentado.
González esperó a los dos criminales en el barrio Hayuelos con un vehículo azul, después de que estos abandonaran el Chevrolet Spark gris. Los trasladó hasta una cantina del barrio Santa Fe, donde se reunieron para discutir la destrucción de evidencias, específicamente la venta y formateo del teléfono celular del Costeño.
Durante esta reunión, presenciada por los tres participantes, el cerebro criminal extrajo la tarjeta SIM del dispositivo y procedió a formatearlo para eliminar cualquier rastro de su participación en el atentado.
Motociclista que transportaría al menor tras el crimen: Cristian Camilo González Ardila
González Ardila se entregó voluntariamente a las autoridades el pasado 18 de julio, asegurando que había recibido amenazas de muerte.
El sujeto fue imputado por la Fiscalía en audiencias por los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. No aceptó los cargos y permanecerá en un centro de reclusión mientras sigue la investigación.
Según la Fiscalía, este último capturado fue contratado para llegar al lugar en motocicleta y esperar al joven de 14 años para sacarlo del lugar y ayudarlo a escapar. Este hombre fue captado en cámaras de seguridad con actitud sospechosa y por eso empezó a ser investigado.
En allanamientos a su vivienda, “fueron incautados elementos que darían cuenta de su posible participación en los hechos”, resaltó el ente acusador.
En los videos, se nota que este hombre, con chaqueta azul y maleta verde, con nerviosismo mientras la comunidad estaba en pánico por la situación.