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El pasado 28 de junio la Comisión de la Verdad –creada en noviembre de 2018 tras los acuerdos de paz y bajo la batuta del sacerdote jesuita Francisco de Roux– hizo entrega de su informe final tras unos cuatro años de escucha, investigación y análisis sobre distintos actores –cerca de 30 mil- y reportes de la guerra en Colombia.

{"titulo":"Periodista duró 55 noches leyendo el informe de la Comisión de la Verdad","enlace":"https://www.elheraldo.co/politica/periodista-duro-55-noches-leyendo-palabra-por-palabra-el-informe-de-la-comision-de-la"}

Esta entidad surge emparentada con las distintas comisiones de la verdad que se han instaurado en la región como un intento de rescatar de detrás del humo de los fusiles a una de las principales y acostumbradas víctimas de la guerra, la dictadura y las violaciones de Derechos Humanos: la verdad. Para ello, la primera comisión de la verdad que hubo en Latinoamérica fue la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) creada en 1983 por el entonces presidente argentino Raúl Alfonsín tras la sangrienta junta militar de Jorge Rafael Videla, y desde entonces hubo otras 13 comisiones de la verdad en Chile, El Salvador, Guatemala, Haití, Perú, Uruguay, Panamá, Granada, Paraguay, Ecuador, Honduras, Brasil y Colombia.

{"titulo":"Centro Democrático reitera críticas a informe final de Comisión de la Verdad","enlace":"https://www.elheraldo.co/politica/centro-democratico-reitera-criticas-al-informe-final-de-la-comision-de-la-verdad-943077"}

Las revelaciones

Entre las primeras revelaciones del documento están las cifras devastadoras del horror, que los registros existentes hasta entonces estimaban menores: 450.664 muertos entre 1985 y 2018, el 45 % entre 1995 y 2004, con el 80 % de las víctimas civiles; 205.028 personas, el 45 %, asesinadas por grupos paramilitares; 122.813, el 27 %, asesinadas por grupos guerrilleros y 56.000 muertas a manos de la fuerza pública.

Otro aparte tan sorprendente como intolerable del informe da cuenta de uno de los absurdos más sensibles del conflicto: 16,238 niños, niñas y adolescentes reclutados entre 1990 y 2017 sobre todo por las Farc, que perpetró el 75 % de los reclutamientos de menores de edad; 3’049.527 casos de desplazamiento de menores de edad entre 1985 y 2019 y 64.084 niños y adolescentes muertos entre 1985 y 2018 en medio de la guerra en Colombia.

También plantea entre las recomendaciones un asunto que no deja de ser novedoso viniendo desde la institucionalidad frente al narcotráfico, al advertir que la política prohibicionista y de guerra contra las drogas no hizo más que prolongar el conflicto, por lo que propone replantear la cuestión de la lucha contra las drogas y 'encontrar los caminos políticos, económicos, éticos y jurídicos de salida en debates de fondo, tanto a nivel nacional como internacional, que permitan avanzar en la regulación del mercado de drogas'.

Además la mirada de la confrontación armada desde el género se erige como un capítulo casi inédito y siempre necesario, tanto que se hace un reconocimiento a las distintas formas de participación de las mujeres para detener el conflicto y las cicatrices que este dejó en sus vidas: 'Muchas mujeres de las comunidades llevaron adelante la interlocución con guerrillas, paramilitares o fuerza pública para exigirles respeto a la población civil, para impedir el reclutamiento de hijos e hijas, para recuperar los cuerpos tirados en quebradas o ríos, para exigir el derecho a la autodeterminación de la población civil en el conflicto armado'. Pero también, advierte el documento, 'las mujeres y niñas fueron ampliamente las más afectadas, el 92 % del total de víctimas (de violencia sexual), particularmente las que habitan áreas rurales. Los mayores registros de las violencias sexuales asociadas a las propias dinámicas del conflicto armado se encuentran entre 1997 y 2005'.

{"titulo":"Informe de Comisión de la Verdad encendió debate en Senado","enlace":"https://www.elheraldo.co/politica/informe-de-comision-de-la-verdad-en-senado-encendio-debate-932915"}

'La voz de las víctimas'

Carlos Charry, Ph. D. en sociología e investigador del Observatorio del Conflicto Social de la Universidad del Rosario, le dijo a EL HERALDO que el informe 'es sin lugar a dudas el mayor esfuerzo que se haya expresado recientemente desde una institución del Estado de ofrecer claridad y ampliar nuestro conocimiento y entendimiento sobre lo ocurrido en el conflicto armado en Colombia'.

Especialmente se resalta, agrega, que a diferencia de otros informes producidos, por ejemplo, desde la academia 'este tiene un carácter por un lado interdisciplinario y como segundo elemento con la perspectiva o el punto de vista de las víctimas, y es allí donde a nuestro entender está la mayor ventaja y el mayor acierto del informe'.

Para el catedrático la Comisión cumplió con su objetivo, 'que es ampliar la verdad, desde la perspectiva de las víctimas, de diferentes actores', aunque advierte que 'no es esta ni tiene la intención de ser la verdad absoluta: es un ejercicio serio, sistemático, producto de muchas horas de investigación, de recopilación de análisis y testimonios, y yo creo que tiene toda la calidad y la pertinencia tanto desde el punto de vista académico y técnico, pero en especial desde la perspectiva de que resalta el papel de las víctimas'.

El constitucionalista e historiador Hernán Olano, rector de Unicoc, plantea en este diario por su parte que el informe 'contribuye al esclarecimiento de lo ocurrido durante el conflicto armado colombiano. Sin embargo, como la Comisión tenía un mandato y ya fue liquidada, creo que tiró la piedra y escondió la mano, dejando la obligatoriedad de implementar las cartillas en el sistema educativo y no se permitió, por parte de la historia tradicional y por las academias colombianas de historia policial y de historia militar, realizar un análisis y controversia desde la otra orilla del conflicto'.

{"titulo":"Néstor Humberto Martínez critica a Comisión de la Verdad ","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/exfiscal-humberto-martinez-critica-comision-de-la-verdad-por-caso-santrich-932815"}

'Narrativa contra el Estado'

El coronel (r) José Espejo, especialista en Derecho Internacional Humanitario, en diálogo con EL HERALDO cuestionó el informe sobre el que aseveró que 'fue sometido a dos procesos muy de moda en Latinoamérica en las ciencias sociales, que se llaman de construcción y resignificación; entonces, tenemos una verdad que ha sido acomodada para mostrar al Estado colombiano como el gran culpable del conflicto armado y de alguna forma justificar el accionar de organizaciones guerrilleras como las extintas Farc'.

Añade en este sentido el exmilitar que 'si uno mira por encima el informe uno ve estadísticas donde ve algo de pluralidad, pero cuando uno entra directamente y se da cuenta en el libro de hallazgos y recomendaciones, que es el primer libro no de la entrega, porque nunca hubo entrega, sino que aparecen publicaciones en el portal de la Comisión, si uno mira el detalle uno ve que la narrativa está en contra del Estado y de sus agentes, es decir, el policía y el soldado; entonces, en ese proceso de recontar la historia, de reorganizarla, resulta que los malos terminamos siendo los que estamos del lado de la ley y los que estaban por fuera de la ley fueron víctimas de un Estado opresor que históricamente no ha sabido satisfacer las necesidades de su pueblo'.

Por esto, Espejo anunció que con su grupo de investigación sobre el informe publicará un libro 'donde analizamos las 850 páginas del primer documento, de hallazgos y recomendaciones, y el solo libro encontrando errores en estadísticas y contradicciones en el discurso ya va por 450 páginas, y no es desarrollado por militares sino por un grupo de académicos preocupados por el contenido del informe final'.

Olano, a su vez, considera que 'las Fuerzas Militares actuaron con base en la legitimidad del monopolio del uso de las armas por parte del Estado y, en mi opinión, no obstante, haberse producido presuntamente algunas extralimitaciones, que ya han sido analizadas, tanto por la JEP como por el Sistema Interamericano, hay que llegar a un decantamiento de los textos, para escribir la historia objetivamente y sin apasionamientos, ni de un lado, ni de otro'.

Y Charry cree que 'debe haber críticas, eso es parte del ejercicio, que haya críticas y contrargumentos, pero que estos se hagan con la calidad tanto técnica como científica. (…) La crítica más fuerte puede ser que existen actores que no fueron tenidos en cuenta y creo que la tarea que sobreviene hacia el futuro va a ser incluir más actores y que los que objeten este informe lo hagan igualmente con investigaciones serias, sistemáticas y alto rigor'.

{"titulo":"Comisión de la Verdad advierte entrampamiento y montaje contra Santrich","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/santrich-comision-de-la-verdad-advierte-entrampamiento-y-montaje-contra-disidente-de-las"}

'Cuál verdad'

En octubre pasado el Partido Centro Democrático, bajo la pluma y el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe, presentó un documento a manera de cartilla alternativa del informe, titulada ‘Cuál verdad’, en el que afirma, por ejemplo, en el caso de las ejecuciones extrajudiciales o mal llamados ‘falsos positivos’, que la Comisión asigna la responsabilidad institucional al Ejército 'cuando muchos de sus integrantes fueron puestos presos por tales delitos antes del Acuerdo de La Habana. El mismo Ejército adelantó investigaciones e hizo denuncias. No se puede confundir la institución con conductas de personas vinculadas'.

Y asegura que 'en las Fuerzas Armadas circula la versión privada, que no sostienen en público, según la cual muchos ‘falsos positivos’ se dieron sobre personas que estaban en grupos ilegales y se hacían pasar por inocentes. A la Comisión no le interesó investigar el tema'.

{"titulo":"Comisión de la Verdad socializa 'kit' para hablar del conflicto en colegios ","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/comision-de-la-verdad-socializa-polemico-kit-para-hablar-del-conflicto-en-colegios-930067"}

'Al servicio de la dignidad'

Durante la dolorosa presentación del informe final, el padre De Roux estremeció al Teatro Jorge Eliécer Gaitán y al país con preguntas sobre la tragedia humanitaria en que ha permanecido Colombia durante los últimos 60 años y recomendaciones para parar la guerra con paz, dignidad, responsabilidad y verdad.

'Traemos un mensaje más allá de las opciones políticas, de las etnias y de los géneros. (...) Traemos una palabra que viene de escuchar a las víctimas y a quienes han aceptado responsabilidades. (…) Llamamos a liberar nuestro cuerpo simbólico del temor, las iras y las estigmatizaciones, (…) conminamos a proteger los DD. HH. y poner las instituciones al servicio de la dignidad, (...) y llamamos a aceptar responsabilidades éticas y políticas desde el fondo del corazón, (…) no podemos postergar el día en que la paz sea un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento', pidió el sacerdote jesuita con voz pausada.

Pero al final se preguntó, con reproche a sí mismo y a todos, '¿por qué el país no paró la guerra?, ¿cuáles fueron las instituciones que en vez de pararla colaboraron con esta?, ¿dónde estaba el Congreso?, ¿qué dicen los jueces y fiscales que dejaron seguir la impunidad?, ¿qué papel jugaron los medios?, ¿cómo nos atrevimos a dejar que pasara y cómo dejamos que continúe?'.