El último comandante de la desmovilizada guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño, realizó este martes un reconocimiento colectivo de la extinta guerrilla sobre el secuestro en el conflicto reconoció que con el secuestro 'Condenamos a ciento de seres humanos a vivir en condición de indignidad'.
La declaración se dio en medio de la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) donde los excombatientes reconocen públicamente su responsabilidad por la toma de rehenes y graves privaciones a la libertad durante la guerra en Colombia.
'Cosificar a una persona y convertirla en mercancía en función de financiar un proyecto que reivindicaba la dignidad humana, cuando le estábamos pisoteando lo más grave, derivó en constituirse en un crimen de lesa humanidad y crimen de guerra que generó actos de conducta amnistiables', dijo Londoño durante su intervención.
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El ex jefe de las Farc señaló que la cúpula entendió el daño que generaron a los entornos familiares, así como situaciones de angustia e incertidumbre 'que llevó a terminar con proyecto de vida que hubiesen podido dar una contribución valiosa a la sociedad'.
'Con el pretexto de una acción humanitaria capturaremos a los adversarios en medio de la confrontación respetándoles la vida para intercambiarlos porque nuestra filas había sido capturadas y estaban en la cárcel, y ante la negativa de hacerlo por parte del Estado, en un acto de insensibilidad prolongamos su secuestro hasta constituirse en un crimen de lesa humanidad y crimen de guerra', destacó Londoño.
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El último comandante de la desmovilizada guerrilla describió que sometieron a colombianos y a colombianas a crimen de guerra hechos y conductas de los que 'para nada nos hacen sentir orgullo, en especial quiero destacar, la desaparición, violencia sexual y homicidios que no fueron políticas de patrones'.
'Tuvimos la ceguera política en el desarrollo del conflicto y la insensibilidad humana frente a este hecho tan cruel. Vengo aquí en calidad de último comandante y miembro de esa dirección máxima de las Farc a reconocer la adopción y ejecución de política de secuestro dentro de las desaparecidas Farc', enfatizó Londoño y reiteró que asumía la responsabilidad individual y colectiva.
Calificó las actuaciones de esa guerrilla como uno de 'los más abominables crímenes cometidos' como fruto de una política que desembocó en crímenes de lesa humanidad al igual que en hechos y conductas que iban en contravía de los valores y los principios 'en los que estaba inspirada nuestra lucha'.
