Con licencia de construcción en mano, el Banco de la República puso en marcha la tercera –y última– fase para el proceso de recuperación del Teatro Amira de la Rosa. De esta manera se procederá a la contratación y desarrollo de las obras en este emblemático escenario cultural, cuyas puertas están cerradas desde 2016.
José Julián Vega, director del Departamento de Diseño y Planeación de Proyectos del Banco de la República, aseguró a EL HERALDO que se ha contemplado que esta etapa se extienda por cerca de 3 años, teniendo en cuenta la “complejidad” del ejercicio constructivo a adelantar.
“Es un ejercicio de restauración arquitectónica que conlleva una filigrana importante a la hora de intervenir, desde el punto de vista estructural, técnico y arquitectónico”, explicó.
Agregó que se decidió adoptar el esquema de administración delegada para el desarrollo de este proceso. De esta manera se dará la contratación de un administrador general que se encargará de adelantar los trámites contractuales necesarios para la terminación del proyecto.
“El administrador general se encarga de suscribir los contratos de obra en cada una de las disciplinas necesarias, incluyendo la dotación final y puesta en operación del Teatro. Estamos a punto de abrir el proceso de contratación formal, a partir de unos pasos previos que se están surgiendo desde la administración y las instancias de gastos del Banco”, agregó el funcionario.
También dijo que, de acuerdo con el cronograma, las obras en el escenario cultural arrancarían en los primeros meses del próximo año. No se descarta que, debido a la complejidad, se pueda extender la fase de dotación y puesta en funcionamiento, hasta los primeros meses de 2028.
En ese sentido, Vega fue enfático al sostener que se ha diseñado una etapa que permita optimizar los tiempos y estrategias para el desarrollo de las obras, lo cual también contempla una serie de horarios de trabajo y la participación de diferentes contratistas.
“Todo esto se ha pensado en función de ocupar el menor tiempo posible para tener este proyecto terminado”, recalcó.
El funcionario también destacó que este proceso se ha cumplido con respeto a los ámbitos patrimoniales y arquitectónicos del Teatro: “Ha sido un ingrediente fundamental en la conciencia de saber que estamos en la recuperación de un bien patrimonial en todas sus divisiones”.
Fue enfático al sostener que dichas particularidades han conllevado a cumplir una serie de “exigencias” en este proceso. Recordó que la primera fase fue concebida como el momento para adelantar el diagnóstico de los valores del escenario cultural.
“El Banco de la República, de forma oportuna, constituyó un Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) con el rigor que es exigido por el Ministerio de Cultura”, señaló.
En la segunda parte, por su parte, se adelantó el desarrollo de los diseños arquitectónicos a partir de la modelación de escenarios e intenciones. Dicha información, según el funcionario, fue vital para que el Banco de la República pudiera adoptar decisiones y “aprobar una ruta clara en términos de forma y fondo”, teniendo en cuenta la importancia de su sostenibilidad y operación
futura.
Escenario de primer nivel
El arquitecto Daniel Bermúdez, representante legal del Consorcio TAR, manifestó que el proceso adelantado constó de una detallada revisión técnica y estructural del Teatro Amira de la Rosa.
“Este proceso permite modernizar el teatro en lo estructural y lo lleva al mejor nivel de seguridad y sostenibilidad, al mejor nivel en cuanto a servicios teatrales. El Banco de la República lo convertirá en un centro cultural, que tendrá diversos espacios adicionales para el beneficio de toda la comunidad”, destacó.
Bermúdez señaló que el nuevo Teatro Amira de la Rosa permitirá que la ciudad cuente con un “equipamiento de primerísimo orden” para diversas actividades
culturales.
“Va a ser uno de los mejores teatros del país. La construcción de teatros no es una actividad fácil, son obras costosas y, afortunadamente, el Banco de la República se compromete con este escenario. Por eso creo que el balance para la ciudad es muy satisfactorio”, mencionó el experto, quien ha liderado proyectos de desarrollo urbano de gran reconocimiento nacional como el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad de los Andes, entre otros.
El trabajo colaborativo adelantado
Diego Restrepo Álvarez, gerente del Banco de la República en Barranquilla, destacó el trabajo conjunto que se ha venido desarrollando con el Ministerio de Cultura, el
Distrito y los grupos de interés. Afirmó que la ciudad podrá contar, en pocos años, con un “teatro totalmente restaurado, a disposición de los barranquilleros y administrado por el Banco de la República”.
También enfatizó que el área externa se ha proyectado como un espacio “amigable con el medio ambiente” y que permita a la comunidad que se adelante cualquier tipo de actividad.
“Es un teatro que respeta lo que dice el PEMP. Para el Banco es un gran reto de seguir consolidando nuestra actividad cultural en la ciudad. También abre la posibilidad de que terceros también acudan al teatro y desarrollen su actividad cultural. Esto nos permite crecer en nuestras líneas culturales y desarrollarlas para toda la región Caribe”, expuso
Restrepo.


