Una investigación liderada por científicos de la Universidad Simón Bolívar está enfocada en beneficiar las zonas cultivables de la Costa Caribe, que como otras regiones colombianas está siendo afectada por la sequía y la salinidad originadas del cambio climático global.
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La iniciativa tiene dos líneas. En una, especialistas del centro de investigación en biodiversidad y cambio climático Adaptia analizan si la Bacillus safensis, una bacteria que habita el manglar negro, puede ayudar a la producción agrícola de banano, ají, tomate y maíz, entre otros cultivos. En la otra, los equipos de los centros de investigaciones en Ciencias de la Vida (CICV) y en Inteligencia Artificial y Robótica (AudacIA) harán el monitoreo fisicoquímico con equipos de sensórica e inteligencia artificial.
'Es posible que nuestro futuro contra el cambio climático dependa de los organismos endófitos o endobiomas, llamados así porque viven dentro de las plantas, como las bacterias, que se han adaptado durante unos 4.000 millones de años a las extinciones que ha habido', explica Hernando Sánchez Moreno, Ph.D. en Ciencias Naturales y profesor de la facultad de Ciencias Básicas y Biomédicas.
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Los trabajos de los centros adscritos al Distrito de Conocimiento e Innovación Eureka, de Unisimón, están enfocados en la preservación y productividad de bosques de manglar y suelos agrícolas en los departamentos del Atlántico, Magdalena y Cesar. Por ello se recolectaron ejemplares de Avicennia germinans (nombre científico del mangle negro), para extraer muestras de la Bacillus safensis, cuya capacidad de favorecer las plantas que habita ha sido ya evidenciada en estudios llevados a cabo en Colombia y otros países.
Luego, en condiciones controladas en laboratorio, la bacteria endófita ha sido inoculada en ejemplares de tomate, ají, maíz y banano, por tratarse de cultivos priorizados en el Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sector Agropecuario.
'Los microorganismos endófitos no son exclusivos de las plantas hospederas, por eso podemos aislar la Bacillus safensis del manglar y ponerla en una planta de maíz, para establecer si hay una relación benéfica', explica Hernando Bolívar Anillo, profesor de Unisimón y Ph.D. en Recursos Agroalimentarios.
Geles absorbentes de agua
¿Por qué escogieron la Bacillus safensis? Porque permite al manglar negro tolerar el exceso de sales minerales y escasez de agua, una facultad llamativa frente a los pronósticos y las alertas de los últimos años del Ideam sobre la calidad de los suelos del país: el 40 % presenta algún grado de erosión y una buena parte es susceptible de degradación severa o muy severa por salinización.
'La intención es observar si la bacteria establece una relación benéfica con los modelos vegetales, así como lo hacen con el manglar negro, y hasta ahora vemos que hay tolerancia en la interacción', agregó Bolívar.
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Los ensayos en entornos reales se realizarán durante nueve meses, según los ciclos de siembra y cosecha de cada cultivo, en fincas del corregimiento Pital de Megua y el municipio Santa Lucía (Atlántico), el municipio de Zona Bananera (Magdalena) y la granja experimental de la Universidad Popular del Cesar, aliada en la ejecución de la iniciativa al igual que la Universidad del Magdalena.
El proyecto contempla el uso responsable del agua, por medio de la aplicación de esferas de alginato en las que estarán inmovilizadas las bacterias. Las esferas de alginatos serán una especie de geles absorbentes del agua de los riegos que la liberarán de manera lenta y sistematizada.
'Una de las finalidades del plan es ayudar a construir un modelo de negocio, que la tecnología sea accesible para empresas y pequeños productores del sector agrícola en los tres departamentos, al igual que entidades territoriales interesadas en fortalecer el campo', dijo María Auxiliadora Iglesias, directora del proyecto y del grupo científico Bio-Organizaciones, adjunto al centro de investigación Adaptia.
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Fortalecimiento de equipos
La iniciativa enfocada en el aprovechamiento de los ecosistemas marino-costeros como una alternativa para aumentar la tolerancia a la sequía y la salinidad del suelo en las plantas de interés agrícola y los bosques de manglar es financiada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través de la convocatoria 24 de 2022 y recursos del Sistema General de Regalías.
Los recursos destinados por $12.000 millones incluyeron la dotación de laboratorios de las universidades Simón Bolívar, del Magdalena y Popular del Cesar con equipos de última tecnología.
Entre esos, se destacan un cromatógrafo para la separación e identificación de moléculas; biorreactor, para la obtención de grandes volúmenes de cultivos; termociclador en tiempo real para biología molecular y amplificación de ADN; microscopios invertidos para el estudio de fitoplancton; drones con cámaras multiespectral y matricial, y ultracongeladores.
