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Eduardo Sáenz de Cabezón es doctor en Matemáticas, profesional en Teología y cuentista de profesión. Hace parte de ‘The Big Van Theory’, quienes se describen a sí mismos como un grupo de comedia que busca enseñar a cualquier tipo de persona acerca de ciencias como biología, física, química y matemáticas.

El acento español de Sáenz es evidente, pero su lenguaje está marcado por una universalidad que facilita su comprensión en Barranquilla, a 7741 kilómetros de distancia de su país natal.

La combinación de su experiencia de más de 10 años como profesor de la Universidad de La Rioja, en España, así como su capacidad para narrar lo ayudan a explicar temas de gran complejidad con una simpleza que atrapa hasta al más desinteresado.

¿Cómo cree que se deben enseñar las matemáticas a nivel de colegios?

Hay una parte de la matemática que tiene que ver con juegos. Para mí es importante por dos cosas: una, por la importancia intrínseca que tiene como rama matemática, que tiene muchísimas aplicaciones, la teoría de juegos, y también la matemática recreativa. Dos, porque creo que es una buena herramienta de educación y de popularización de las matemáticas. Tengo la opinión de que la parte lúdica está demasiado fuera de la escuela. Tenemos un acercamiento a las matemáticas muy alejado de la vida normal. Lo vemos como una cosa que solo tiene sentido dentro del aula. Y también veo un problema en la enseñanza de todas las materias. Enseñamos las mismas cosas a todo el mundo a la vez y los alumnos son diferentes.

Usted es teólogo, doctor en matemáticas y narrador. ¿Cuándo ve el mundo? ¿Cómo lo ve?

Yo pienso que las gafas que más frecuentemente me pongo para ver el mundo son las de cuentista. Hice cuentos durante muchos años. Los cuentos tradicionales nos enseñan que la única forma de ser es a través de los demás. Para mí es la verdad que tengo para hacer el resto de cosas. Todo lo que hacemos tiene sentido si ayuda a construir comunidad.

¿Qué conexión encuentra entre las matemáticas y la teología?

No tienen mucho que ver. Hay un pensador español que me gusta mucho que se llama Jorge Wagensberg, que dice que hay tres formas de relacionarse con la realidad y que está bien mezclarlos. Una es el acercamiento científico, que trata de explicar la realidad y me parece universal. No se limita a las ciencias duras, también está en las humanidades y en las ciencias sociales. El otro sería artístico, que trata de compartir la experiencia de una persona, y que no tiene carácter universal. Y el último es el de la creencia, que trata de explicar qué somos y qué tenemos en común. Yo creo que eso es complementario. Yo no me siento capacitado o autorizado para despreciar ninguno de estos acercamientos. Todos tienen sus limitaciones, y hay que ser respetuosos con todos.

Usted plantea que los teoremas matemáticos son para siempre. ¿Solo la matemática tiene este tipo de conocimiento eterno?

Sí, porque hay unas reglas, y dentro de esas reglas lógicas, una vez que has llegado a una demostración, eres inmutable. Sin embargo, las ciencias lo que hacen son modelos de la realidad. Por ejemplo, el Big Bang, el modelo atómico que tenemos, la teoría de cuerda, esos son modelos que antes son refrendados por experimentos. Si llega un momento que se hacen experimentos nuevos que ponen en duda los modelos que tenemos, habrá que reformularlos. Eso con las matemáticas no va a pasar. El modelo cosmológico de Pitágoras está superado, pero su teorema no. Ese es permanente.

¿Cómo ve a la ciencia matemática actual?

Es un buen momento para las matemáticas por el esfuerzo que hace mucha gente, quisiera incluirme en eso. La opinión pública está viendo que las matemáticas son más que las escolares. Tiene un papel muy importante en la sociedad, en la ciencia y tecnología. Otra cosa que estamos viendo es que los matemáticos están trabajando y están tomando un papel importante en muchos ámbitos de la vida pública. Por ejemplo, en España, ahora mismo, alrededor de un 20% de los rectores de las universidades españolas son matemáticos. Aquí en Colombia está la figura de (Sergio) Fajardo, que es matemático y su ser matemático le ha servido en Medellín, primero, y en Antioquia después para la visión que tiene de organización de la sociedad.