Bloqueo financiero en Estados Unidos, afectación de la reputación internacional, repercusiones diplomáticas y en los entes multilaterales.
Los lazos entre Bogotá y Washington, históricamente sólidos en comercio, cooperación militar y asistencia económica, atraviesan uno de sus peores momentos desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero, la última por una supuesta inacción de la Casa de Nariño frente a la lucha contra las drogas.
El presidente de Estados Unidos enfatizó que su decisión se debe a la alta producción de droga en el país.
Este hecho sin precedentes deja a Colombia en una crisis diplomática, política y con consecuencias económicas profunda. La Casa Blanca ha tomado distancia de las declaraciones, pero el daño está hecho: el país pierde apoyo internacional, mientras el gobierno se enreda en disputas ideológicas y responde con discursos que agravan el conflicto.