Barranquilla disfruta ya de la edición 27 del Festival de Cuenteros ‘El Caribe Cuenta’, organizado por Luneta 50. Este año, el evento trajo una novedad destacada: por primera vez, el festival es exclusivo para mujeres narradoras, un homenaje a la capacidad de las mujeres para preservar y transmitir la memoria a través de la oralidad.
El evento inaugural, titulado ‘La Narratón’, se cumplió este domingo en la Plaza de La Aduana, donde 12 narradoras de habla hispana se reunieron para encender el fuego de las palabras.
Con relatos que resonaron entre las paredes de la histórica plaza, estas mujeres dieron vida a historias que hicieron soñar y reflexionar a los asistentes, demostrando que la narración oral sigue siendo una poderosa herramienta para conectar con las personas y mantener viva la tradición.
Cada narradora compartió un relato de su repertorio, invitando a la audiencia a dejar volar su imaginación y a disfrutar del placer de escuchar historias de viva voz. La encargada de abrir la jornada a las 4:40 p.m. fue la narradora mexicana Lidia Zaragoza, quien rompió el hielo tocando una guitarrita y cantando con la ayuda del público, especialmente de los niños.
Ella contó la historia de un pajarraco feo del que todos se burlaban, pero que tras un largo recorrido se pudo convertir en una hermosa guacamaya azul que hoy embellece el cielo.
“Cuidado cuando la mujer no cuenta”
Procedente de Malambo, Atlántico, la segunda que llegó a tarima fue Luz Atanys Ballesteros Padilla, para presentar una historia que Gabriel García Márquez le contó a su abuela, en la que se presagió que algo muy grave iba a ocurrir en su pueblo. Más allá de su propuesta Ballesteros sostuvo que la mujer atlanticense tiene por contarle al mundo historias fantásticas, “especialmente mitos y leyendas, sobre toda nuestra tradición que viene de nuestros abuelos”
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Como representante del género femenino aseguró que una mujer que no cuenta “es una mujer que está callada, que está silenciada. Y las mujeres contamos todo. Así que hay que estar atentos también cuando una mujer permanece en silencio, algo grave debe estar pasándole”.
De Cuba y el Pacífico a Barranquilla
Desde Cuba, la isla musical, arribó Coralia Rodríguez Montoya, quien vino a contar sobre mujeres, porque esa es la temática del festival. “Somos 15 mujeres que contamos sobre mujeres. Desde la heroína doméstica que tengo, sobre quien me enseñó a contar mis primeras historias, mi mamá, Estela Montoya, una señora muy paridora que trajo al mundo 13 hijos, con nombre de estrella. Entonces, yo he venido a ofrecer un espectáculo sobre mujeres que se llama ‘Mujeres de Alma Grande’. También voy a contar bastante mitología afrocubana, porque soy de descendencia africana por línea materna”.
Para esta cubana las mujeres son contadoras por naturaleza, y la mujer que no cuenta, “no ama, es una mujer que no educa, que se calla muchas cosas”.
Sobre su sentir cubano, la centroamericana señaló que la música ha sido clave y por parte de su padre la heredó. “Mi padre era un gran intérprete del tres cubano. Yo creo que Cuba es la isla de la música, porque tuvo sobre todo un gran asentamiento africano, principalmente Yoruba y Bantú. Y aquella gente que viajaba en las bodegas de los barcos amontonadas, amarradas como animales, que cuando había un contagio tiraban a la gente viva todavía para evitar que siguiera avanzando la enfermedad, que separaban a las etnias para que no se sublevaran. Y esa gente tuvo la nobleza de alma de legarnos esa tradición cuando todavía no éramos esta nación mestiza que hoy somos”.
Es por eso que esta cubana cada vez que cuento es un homenaje a aquellos cuenteros que llegaron del África, España y China.
Por su parte la contadora Amalía Lú Posso de Quibdó, Chocó, le dijo a EL HERALDO que vino dispuesta a contar historias de as mujeres del Pacífico colombiano, esas que ríen, que pelean su territorio, que cantan, que cuentan, que cuidan. “Somos mujeres fantásticas, mujeres que cantan y cuentan, hoy hemos llegado alto, la actual vicepresidenta de Colombia viene de nuestra tierra, Francia Márquez ha sido una luchadora desde muy jovencita. Una mujer fantástica, como las mujeres del Pacífico, como las mujeres colombianas”.
El festival continuará a lo largo de la semana, con más actividades que celebrarán el arte de la narración oral desde una perspectiva femenina, reafirmando la importancia de las mujeres como guardianas de la memoria colectiva. De esta manera, Barranquilla, una vez más, se convierte en el epicentro de las palabras y las historias, gracias a El Caribe Cuenta.
