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Valledupar es un destino turístico por excelencia al que en cualquier época del año llegan turistas atraídos no solo por sus hermosos paisajes, sino por la cultura folclórica que ha traspasado fronteras a ritmo de la caja, guacharaca y acordeón, llevándola a ser la capital mundial del vallenato.

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En esta urbe y otros lugares cercanos han nacido los más grandes exponentes de este género musical que día a día sigue escalando posiciones. Sin embargo, en diferentes circunstancias algunos de estos artistas han partido a la eternidad dejando un legado musical inigualable e imborrable entre sus seguidores.

En cada fallecimiento de estas leyendas de la música vallenata, en medio del dolor, Valledupar se ha convertido en una romería de personas que acompañan a su artista hasta la última morada y lo siguen visitando en el camposanto donde reposan sus restos.

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El Parque Cementerio Jardines Ecce Homo, ubicado a las afueras de la ciudad, es aquel en el que reposan la mayoría de las leyendas del vallenato.

De manera cronológica, uno de los primeros en ser sepultado en este cementerio fue el técnico de acordeones Eudes Granados, hermano de los reyes vallenatos Hugo Carlos y Juan José Granados, pertenecientes a esta dinastía musical.

Fotos archivo EL HERALDO

Eudes murió en el accidente aéreo que sufrió la agrupación de Diomedes Díaz, en el centro de Venezuela, cuando en 1994 viajaron desde Caracas hasta Anzoátegui, para tocar en una parranda privada, pero sin ‘El Cacique de La Junta’. El avión se precipitó cuando el piloto intentó hacer una maniobra para aterrizar en una carretera debido a que el aeropuerto estaba cerrado. En este mismo siniestro también murieron el acordeonero Juancho Rois y el piloto.

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La tumba de Eudes está ubicada al fondo del cementerio y sobre la lápida está un acordeón de mármol, el instrumento por excelencia de la dinastía Granados, a la cual perteneció.

Con el pasar de los años llegó el primer Rey de Reyes del acordeón, Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, quien falleció el 27 de septiembre de 2003, a los 67 años de edad, a causa de una afección cardíaca después de sufrir un accidente de tránsito, pero ya su corazón estaba fallando dado que desde días antes venía presentando quebrantos de salud.

“Colacho eres y serás en cualquier dimensión, perennemente grande”, reza en la lápida.

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A su lado también reposan los restos de su esposa Fanny Zuleta.

Fotos archivo EL HERALDO

El Rey de la Nueva Ola

Con una carrera musical que apenas empezaba llena de composiciones y mezclas modernas que lo convirtieron en el Rey de la Nueva Ola del Vallenato, que han seguido otros artistas, Kaleth Miguel Morales Troya falleció en un trágico accidente el 24 de agosto de 2005, en carreteras del Magdalena, cuando regresaba de Cartagena a Valledupar.

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Su muerte causó una gran conmoción en la capital del Cesar, donde nació. El día de su sepelio, dos días después del fallecimiento, fue la primera vez que se usó una máquina de bomberos para trasladar un cuerpo al cementerio en esta ciudad. La multitud no permitió que viajara en un carro fúnebre.

Fotos archivo EL HERALDO

El Cacique de La Junta

“Para mi fanaticada, y el día que se acabe mi vida les dejo mí canto y mi fama…”, es el epígrafe que reza en la tumba de Diomedes Díaz Maestre, ubicada en la vía que conduce a la salida del cementerio debajo de un palo de mango. Su muerte ocurrió el 22 de diciembre de 2013, producto de un paro cardiorrespiratorio, dos días después de su última aparición en público en una discoteca en Barranquilla. Desde ese entonces su última morada es un lugar de visitas constantes por personas que llegan desde diferentes partes del mundo, quienes se toman fotografías y le dejan flores.

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Sus restos reposan junto a los de su padre Rafael Díaz, en una tumba que lleva en la superficie floreros y estructuras en mármol de color beige.

Años después llegó uno de sus hijos, El Gran Martín Elías, quien murió en un aparatoso accidente en vías de Sucre, un Viernes Santo, 14 de abril de 2017, cuando su carrera musical ya empezaba a cosechar éxitos y su agenda de presentaciones permanecía llena.

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“El hombre del millón de amigos…dejaste huellas y grandes enseñanzas en la tierra”, es parte del mensaje que está escrito en la lápida de su tumba junto a un pasaje bíblico. Esta tumba al igual que la de su padre es de las más visitadas.

Fotos archivo EL HERALDO

‘Escalona inmortal’

Bajo de un frondoso palo de mango reposan los restos del compositor patillalero Rafael Calixto Escalona Martínez. Su fallecimiento ocurrió a los 83 años de edad, en el 2009 debido a complicaciones respiratorias sumadas a una insuficiencia hepática y problemas intestinales.

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Sin embargo, fue en el 2022 cuando sus hijos decidieron trasladar los restos a Jardines del Ecce Homo, ya que los años anteriores estuvieron en el cementerio Central.

Su hija Taryn Escalona se ha dedicado a conservar impecable la tumba que fue diseñada en mármol con letras doradas con el mensaje: ‘Escalona Inmortal’.

Fotos archivo EL HERALDO

Una despedida muy sentida

En la tumba 1-2-39, están los restos mortales de Elvira Antonia Maestre Hinojosa, quien falleció este reciente 14 de mayo, debido a una falla multiorgánica a causa de una enfermedad crónica a sus 87 años. A pesar de que no fue cantante o compositora, fue la matrona de la dinastía Díaz. Sus hijos y nietos aseguran que es de ella de donde les proviene la vena artística y folclórica, quien con su amor y crianza les enseñó que en la sencillez y humildad está la esencia de la vida. A pocos días de su muerte, su lugar en el camposanto aún no tiene una estructura definida, pero sí es visitada.

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Fotos archivo EL HERALDO

Un adiós inesperado

La noche del 21 de mayo una inesperada noticia conmocionó al mundo vallenato, la muerte de Omar Antonio Geles Suárez, a sus 57 años, producto de un infarto mientras jugaba tenis en el Club Campestre de Valledupar.

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En su sentida despedida la mayoría de los artistas vallenatos a quienes les entregó canciones le realizaron un homenaje en la plaza Alfonso López, precisamente en la misma tarima donde en 1989, se coronó rey vallenato. Sus colegas cantaron sus composiciones, en especial A Blanco y negro, interpretada por Silvestre Dangond.

Dos días después fue sepultado y un ‘río de personas’ caminó hasta el cementerio Ecce Homo, donde están sus restos, en el recorrido no dejaba de sonar Los caminos de la vida. La tumba es la 1-2-33, y está justo al lado de Mama Vila, y detrás de Diomedes Díaz y Martín Elías.

Fotos archivo EL HERALDO

“Debe haber respeto”

Freddy Sierra, administrador del parque cementerio, indicó que este lugar se ha vuelto casi que una visita obligada para los turistas.

“Es doloroso que los artistas se nos están yendo muy jóvenes, hay que prestarle atención a esto que está ocurriendo”, expresó el administrador.

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Al mismo tiempo recomendó a los visitantes tener respeto por los muertos y comprender que por más que hayan sido artistas, este es un lugar donde debe reinar la tranquilidad.

“Ante todo el respeto porque esto es un cementerio y muchas veces forman mucha bulla, esto no es un KZ y hay otras personas que están llorando a sus familiares”, puntualizó Freddy Sierra.