El famoso 'ay, caramba' dicho por el incorregible niño de 10 años Bart Simpson en la inolvidable serie animada Los Simpsons ha quedado guardado en la memoria de millones de latinos alrededor del mundo.
Hacer historia
Siempre que se hable de Los Simpsons y de la importancia cultural que tuvieron en América Latina, Marina Huerta siempre estará asociada a ello. Su nombre ya quedó inscrito en las páginas doradas de la pantalla chica, algo que a ella la llena de orgullo y satisfacción.
'Ser parte de la historia de la televisión mundial no es una tarea fácil, por supuesto es un honor y un gran compromiso. En México los que hacemos doblaje somos actores, a diferencia de otros países que quienes lo hacen son locutores y en otros ni eso. Entonces si tienes la disciplina, que significa que no importa lo que te pase, al público le tienes que entregar lo mejor, eso es lo que debes salir a hacer', indicó a EL HERALDO.
Y es precisamente esa disciplina la razón a la cual Huerta le atribuye que su trabajo ha gustado y ha podido trascender fronteras y generaciones.
Por otro lado, por su cabeza nunca pasó que tantas personas alrededor del mundo crecieran escuchando su voz y pasaran de niños a adultos acompañados de su timbre y tonalidad.
'Siempre ha sido una sorpresa desde las primeras convenciones que empezamos a ir desde hace 25 años. Si te puedo decir que es sorprendente y gratificante. Nunca te imaginas que tu trabajo va a llegar a tantas personas, que les va a gustar, que te admiran y es un gran apapacho al corazón'.
Una superheroína oculta
Los actores de doblaje históricamente han gozado de menor reconocimiento global que el personaje mismo, por eso cuando Marina cuenta que ella es la voz de personajes históricos como Bart y Marge Simpson o Carlitos de Aventuras en pañales muchas personas se sorprenden.
Pero, el hecho de no ser tan popular hace que ella pueda ir por la calle y disfrutar plenamente de situaciones tan comunes como ir a una taquería.
Precisamente, en uno de estos lugares tradicionales de México, Marina Huerta recordó una anécdota en la que siempre que iba con sus hijos coincidía con el momento en que en la televisión pasaban Los Simpsons.
'Veíamos a todo el mundo mirando la serie y mis hijos que estaban pequeños, tenían 6 y 8 años atacados de la risa y me decían ‘mira mamá’, y yo les hacía ‘shh, no les digas’, y era un poco sentirte como Superman de que tú sabes que eres el superhéroe, pero nadie más lo sabe. Entonces eran muy divertidas esas idas a los tacos viendo Los Simpsons'.
Los retos de su trabajo
Marina Huerta ha doblado un sinnúmero de personajes, no solo animados, sino personas reales. Y aunque reconoció que por el ritmo de trabajo los obstáculos son superados con rapidez, pues no hay tiempo, sí ha tenido momentos en los que no se ha sentido cómoda.
Una de esas veces ocurrió cuando debía doblar a la actriz Bárbara Eden, que ella veía de pequeña, pero ya estaba mayor.
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'Ya ella tenía unos 60 y tantos años entonces yo no me sentía cómoda doblándola porque decía que estaba muy vieja y yo no estaba tan vieja, y eso me costó trabajo porque no me sentía bien'.
Sin embargo, al no haber más tiempo sobre el cual trabajar terminó haciendo el doblaje a pesar de haberle dicho al director que no lo haría. 'La verdad nunca he visto esa película, no sé cómo quedó'.





















