Los sacerdotes además de difundir la palabra de Dios y reflexionar sobre esta, también tienen otros talentos que ponen al servicio de la Iglesia. Un ejemplo claro de ello es el párroco Jorge Luís Rodríguez Osorio, quien gracias a sus dotes culinarios, es reconocido como el ‘Chef-Cura’.
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Con sus platos afianza la gastronomía del Caribe colombiano y también sazona la palabra sagrada para tocar corazones y remodelar templos.
El padre da la bendición final y termina la eucaristía en la parroquia Santo Domingo de Guzmán, ubicada en el barrio San José y se dirige a la sacristía para despojarse de su vestidura sagrada. Lo primero que se retira es la casulla (capa colorida), después con sus manos retira el cíngulo (cordón grueso), el cual se encuentra en su cintura y por último retira la túnica. Desde ese instante se enruta hacia la cocina de la casa cural para colocarse su indumentaria de chef, la cuál cuenta con una filipina que tiene detallado un bordado de su logo, un gorro y su pantalón blanco, empieza la combinación de palabras que marcan su labor como el ‘Chef-Cura’, para mostrarle al mundo su talento.
El sacerdote Jorge Rodríguez Osorio nació en Sabanalarga, Atlántico. Aceptó el llamado hacia su vocación como sacerdote en el Seminario Mayor Juan XXIII, el 4 de febrero de 1990, donde cursó sus estudios de Filosofía y Teología. Después realizó un año de pastoral en la parroquia Santa Isabel de Hungría, en Barranquilla. A sus 28 años de edad, fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1998, por monseñor Félix María Torres Parra (Qepd) arzobispo de Barranquilla, en la Catedral Metropolitana María Reina.
Tiene un alto conocimiento de la gastronomía porque ha tenido la oportunidad de viajar por Europa, Asía y África, así como por Suramérica. En cada país que ha visitado ha tenido contacto con maestros de la cocina, quienes le han compartido sus secretos.
Vivir una eucaristía en la iglesia Santo Domingo de Guzmán, en la cual se encuentra el padre actualmente, es estar conectado con la gastronomía, la cual enlaza con su evangelización. Rodríguez Osorio cuenta que Jesús también trabajó con la gastronomía. 'Muchos evangelios se conectan con este arte culinario, por ejemplo la multiplicación de los panes, por eso es muy importante conectar la gastronomía con la vida, que es lo común de las personas, donde pueden tener una experiencia más de fe, por eso le doy un tinte gastronómico al evangelio dependiendo del contexto', aseguró el padre Jorge en diálogo con EL HERALDO.
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Cocinando proyectos
La gastronomía criolla es con la que él se siente identificado, pero su plato favorito para preparar es una exquisita paella. De igual manera, sus pasteles, hayacas y fritos, tienen un acogimiento por parte de la comunidad.
Logra vender hasta 400 pasteles en un fin de semana. El dinero recolectado se invierte en la reedificación de las parroquias. Este don que Dios le regaló, lo descubrió por necesidad. Contó con el apoyo de su madre Mercedes Osorio de Rodríguez (Qepd). Ella lo ayudaba a cocinar los pasteles, pero al fallecer, se encontraban en plena construcción de la parroquia San Pedro y San Pablo, en el barrio Galán, dónde también construyó una célula llamada Jesús Buen Pastor. Esas fueron sus primeras construcciones en Barranquilla y desde ese momento fue la persona encargada de la cocina, ya que esta labor debía continuar.
'Estoy en la parroquia trabajando día y noche, voy al mercado en la madrugada, no me da pena cargar un bulto de papa. Tengo un reconocimiento por la Arquidiócesis de Barranquilla. Hace dos años, en una Catedratón, logramos recolectar 38 millones de pesos en ventas de pasteles durante un mes. Hicimos una ‘pastelatón’ en cuatro parroquias necesitadas en el sur, gracias a Dios los pasteles son reconocidos y trabajamos sobre perdidos para venderlos', explica Rodríguez
Este religioso tiene el propósito de construir y reconstruir los templos que le asignan, y asegura que él mismo diseña y dirige las obras con la ayuda de Dios, con la experiencia que ha ganado en estos años y de la mano de algunos ingenieros civiles, se coloca en la tarea de la reconstrucción de casas curales y las diferentes necesidades que tenga la parroquia o la comunidad.
'Es ahí donde radica el secreto que hace que rinda el presupuesto, el lograr las distintas actividades para trabajar con un equipo y grupos parroquiales para así lograr metas, al igual que en células pastorales con ventas de comidas', enfatizó.
Trabajando por el Atlántico
En Malambo fundó el colegio Jesús Buen Pastor, y contó con una gran labor social y pastoral. Recibió de manos del concejo la máxima condecoración 'Marcos Valencia'. Durante tres años perteneció como párroco del municipio de Usiacuri, donde emprendió la tarea de trabajar en favor de la comunidad e implementó un Banco de Alimentos en el que todos los días ayudaba a más de 150 familias.
El amor y el cariño que le tiene la comunidad por su misión como sacerdote y la manera de evangelizar conectándola hacía la gastronomía, ha logrado traer grandes aportes a lo largo de su vida sacerdotal.
Para el padre Jorge Rodríguez Osorio, la clave de cocinar está en hacerlo con amor. 'El ingrediente y la sazón, para una buena comida es el amor y ese ha sido el éxito, colocar un granito de amor en los platos que preparó', puntualizó el sacerdote.
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