Rodeada de cientos de frascos de pintura que completan una pared del estudio de arte de su casa, Isabella Garman, una barranquillera al 200%, usa sus pinceles para pintar su vida a full color.
Desde su infancia creció orientada a las artes, más allá de la profesión que ejercían sus padres, estos dedicaban gran parte de su tiempo libre a pintar.
Con una fuerte afición al mundo de posibilidades que brindaba la creatividad, Isabella durante su época escolar siempre se destacó en todo eso que le diera la oportunidad de expresarse.
Recuerdo en color
De los recuerdos más claros que tiene de su adolescencia está la gratificación de poder compartir espacios de pintura libre con su madre.
'De mi infancia tengo recuerdos muy bonitos, la pintura sin duda es uno de los estímulos creativos a los cuales los niños tienen mayor receptividad, pero sin duda, algo que valoro y conservo fielmente fue el tiempo que tuve con mi madre, esos espacios para pintar fueron sin duda encuentros precisos con la intimidad de las dos'.
Pasado el tiempo, Isabella termina el colegio, y motivada por su creatividad toma la decisión de estudiar diseño de modas.
'Cuando salgo del colegio busco la forma de encontrar un espacio en el cual seguir explorando mi creatividad. Y ahí me cruzo con el diseño de modas, las telas, las texturas y los colores fueron un atractivo suficiente para inspirarme'.
Descubriendo el Carnaval
Para su época universitaria, Garman se fortaleció en conocimiento, aprendió muchísimo sobre moda, sin embargo, nunca dejó a un lado su gran pasión, la pintura.
'Si bien el universo de la moda es extremadamente amplio yo siempre buscaba la excusa para seguir pintando, ahí fue cuando comencé a pintar sobre tela y descubrí la magia de narrar el Carnaval'.
En su encuentro con el Carnaval, Isabella logró encontrarse así misma también y construir a partir de la identidad de ciudad, una propia.
'El Carnaval posee un identidad propia que corresponde a la multiculturalidad. Un día cualquiera yo comience a pintar un par de cosas sobre camisas básicas, marimondas, garabatos y demás. Lo sorprendente fue que a la gente le encantó y empezó a pedir que lo hiciera para vender y me he quedado haciendo más que por el negocio, porque me encanta'.
Una pasión
Sin lugar a duda y en palabras de la misma Isabella, todo en su vida se ha materializado por pasión.
'Una vez descubrí que lo que pintaba de Carnaval gustaba decidí hacerlo como siempre lo he hecho, para todo. De ahí comencé a materializar no solo las cosas que se me venían a la cabezas, sino también los sueños de las demás personas'.
Vista desde la distancia, Garman dice que tiene muchísimas cosas las cuales agradecer, y que han sido estas quienes la han mantenido en el camino correcto.
'Soy una convencida de que la gratitud abre puertas enormes, y para mi vivir ha sido una fortuna, porque indistintamente a las dificultades del día a día, siempre es valeroso rescatar lo significativo'.
'Si me tocara decir una sola cosa por la cual me siento completamente agradecida es por hallar la pintura, la conexión que siento es inexplicable, para mí lo más gratificante es pintar'.
Actualmente, Isabella es la diseñadora de los atuendos que luce la comparsa de la reina del Carnaval 2023.
En ellos, se ha inspirado en la temática del vestido central de coronación, ‘Noche de palmeras’, el cual evoca las pasiones del Caribe en una noche en la cual la naturaleza se engrandece.



















