Prevención temprana, esencial para combatir la infertilidad
Según la OMS, 48 millones de parejas y 186 millones de personas padecen la patología. Experta habló con EL HERALDO sobre sus alcances en el Día Mundial de la Fertilidad.
Concebir es uno de los procesos y vivencias que más añora desarrollar una pareja en su camino de querer tener un hijo. Sin embargo, en ese viaje aparecen obstáculos que impiden o retrasan ese deseo.
Esa barrera es protagonizada por la infertilidad, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino consistente en la imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 meses o más de tener relaciones sexuales habituales sin protección.
Es así como cada 4 de junio, el organismo declaró la celebración del Día Mundial de la Fertilidad, fecha con la que se pretende educar y alertar sobre las problemáticas e incidencias de esta afectación.
De acuerdo con la organización, 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad en todo el mundo.
Las inconsistencias que intervienen para que un óvulo no pueda ser fecundado en el útero de la mujer repercuten principalmente en la falta de ovulación o mala calidad de los óvulos,
endometriosis, presencia de fibromas uterinos y trompas de falopio bloqueadas.
En los hombres, los problemas pueden generarse a causa de bajo recuento de espermatozoides en el semen, o ausencia de ellos, problemas hormonales y de eyaculación y baja movilidad de espermatozoides.
En diálogo con EL HERALDO, la ginecóloga con maestría en medicina reproductiva, Linda Mlayes indicó que la patología afecta a ambos sexos por igual y existe una alta incidencia de las alteraciones hormonales.
“Las alteraciones hormonales también como la tiroides, la prolactina y el aumento de peso inciden mucho. Sin embargo, la persona que tiene una vida más saludable, tiene menos riesgo, pero si genéticamente hay miomas u ovario poliquístico o malformación uteriana, ya existe un defecto que impacta”, explicó.
La prevención temprana es uno de los llamados que más se fortalece para combatir la infertilidad. Por ello, la especialista resaltó la importancia de este factor para no padecer consecuencias que atrasan ‘la dulce espera’. “La única manera que tenemos de prevenir es consultar al ginecólogo y hacer los controles ginecológicos que corresponden como mujer anualmente. No solo la citología porque esta no guarda una relación directa con la infertilidad, pero sí una ecografía transvaginal para ver cómo están funcionando los ovarios, si hay algún quiste, alguna masa, algunos miomas que salen a nivel del endometrio que son los que indirectamente o directamente nos pueden causar un proceso de infertilidad”, sostuvo.
Conforme a la ginecóloga, desde que la mujer experimenta su desarrollo e ingresa a la pubertad debe iniciar controles médicos que alerten sobre cualquier anomalía.
Además, realizar ejercicio físico y tener una alimentación saludable se presentan como unos buenos aliados en busca de no padecer la enfermedad.
El consumo excesivo de tabaco y cafeína sí pueden desencadenar afecciones que impactan negativamente en el proceso de fertilidad.
“Se ha demostrado que el cigarrillo y la cafeína a dosis elevadas, empiezan a causar un deterioro de la calidad de los óvulos y sumado al estrés que genera ansiedad, automáticamente no va a permitir tener buen óvulo y preparación endometrial”, dijo la especialista.
Un resultado negativo en una prueba de embarazo representa una frustración de alto impacto para las parejas que desean ser madres y padres.
Así fue el vilo de Anastasia Gómez* cuando luchó 14 años para poder concebir y materializar su sueño de ser mamá.
“Buscamos muchas alternativas. Llegaron momentos en los que decíamos que no podíamos más. Los médicos nos daban voces de aliento y eso nos brindó ayuda psicológica”, dijo la mujer.
En el diagnóstico, se pudo reflejar que su esposo tenía una baja movilidad de espermatozoides y ella, una obstrucción en las trompas de falopio.
Ambas problemáticas impidieron la realización temprana de su objetivo que solo pudo ser resuelta a través de un tratamiento quirúrgico.
“Nos aferramos mucho a Dios para seguir adelante cuando veíamos que la vida no nos daba una respuesta certera en compañía del cuerpo médico que nunca nos dijeron que nos abandonaron”, manifestó.
*Nombre cambiado por solicitud de la entrevistada.
La fecundación in vitro es una técnica de reproducción asistida para lograr el embarazo, en la que se genera la unión del óvulo de una mujer y el espermatozoide de un hombre en un laboratorio. La donación de óvulos hace parte de este método y se presenta como otra de las alternativas que consiguen el anhelo de las parejas.
En la ley 14 de 2006, se establece que en Colombia, las técnicas de reproducción asistida están habilitadas para los matrimonios y parejas de hecho y pese a que no especifica la edad máxima para acceder a ellas, la mayoría de centros clínicos lo realiza hasta los 49 años.
