Un reciente análisis de expertos en salud ha señalado que el café, una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, podría representar un riesgo para ciertos grupos de personas.
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Y es que, aunque es ampliamente apreciado por su capacidad para mejorar la concentración y proporcionar energía, el consumo de esta bebida, al parecer, no es seguro para todos. De hecho, según investigaciones, hay cuatro tipos de personas que deberían reconsiderar su hábito de beber café para evitar posibles complicaciones de salud.
Conozca a continuación cuáles son los grupos poblacionales que deberían intentar no tomar café bajo ninguna circunstancia.
Mujeres emabarazadas
Las mujeres embarazadas han sido uno de los grupos más advertidos en relación con el consumo de café, puesto que algunos estudios indican que la cafeína, el componente activo de esta bebida, puede llegar a atravesar la placenta y afectar directamente al feto.
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De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado anteriormente que, durante el embarazo, el metabolismo de la cafeína se ralentiza, lo que significa que tanto la madre como el feto están expuestos a sus efectos durante más tiempo.
Las investigaciones han asociado el consumo de cafeína con riesgos como el bajo peso al nacer, partos prematuros e incluso la muerte fetal. Por lo tanto, los profesionales de la salud recomiendan a las mujeres en estado de gestación limitar drásticamente o eliminar el café de su dieta para mitigar estos riesgos.
Personas con problemas gastrointestinales
Otro grupo que podría estar en riesgo son las personas con problemas gastrointestinales, como úlceras o gastritis. Y es que, según los expertos. el café, debido a sus propiedades ácidas e irritantes, puede llegar a agravar estas condiciones. Quienes padecen estas dolencias a menudo experimentan un aumento en la acidez y dolor estomacal tras consumir café, lo que, según los expertos, sugiere que esta bebida no es adecuada para ellos.
Los expertos en salud digestiva aconsejan que quienes sufren de estas afecciones busquen alternativas que no irriten el estómago, ya que el consumo continuo de café podría empeorar su situación.
Personas con transtornos de ansiedad
El consumo de café también ha sido relacionado con un incremento de los síntomas de ansiedad en personas predispuestas a este tipo de trastornos.
Según un estudio del Hospital Clínic de Barcelona, la cafeína puede actuar como un desencadenante de episodios de ansiedad, provocando síntomas como ataques de pánico y nerviosismo.
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Dado que el café es un potente estimulante del sistema nervioso central, los especialistas sugieren que las personas con trastornos de ansiedad reduzcan su ingesta de café o, idealmente, lo eliminen de su dieta para evitar la exacerbación de sus síntomas.
Personas con problemas cardiacos
Finalmente, las personas con problemas cardíacos, como arritmias o hipertensión, también deben ser cautelosas con el consumo de café. La cafeína puede elevar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que podría representar un riesgo para aquellos con condiciones cardiovasculares preexistentes.
Los cardiólogos advierten que estas personas deberían consultar con un especialista antes de continuar consumiendo café, para evaluar si es necesario limitar o eliminar esta bebida de su dieta.
