Otro triunfo trabajado, otro triunfo merecido, otro triunfo logrado a través del orden, la paciencia y el buen fútbol. Junior pegó primero en la semifinal de la Copa Águila 2015, al vencer anoche 2-1 al Medellín 2-1, en el juego de ida disputado en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Los tantos del triunfo rojiblanco fueron obra de Juan David Pérez y Roberto Ovelar. Por el ‘Poderoso de la Montaña’ descontó Fabio Burbano.
No hubo un claro dominador en los primeros minutos del compromiso. Tanto Junior como Medellín regularon su andar durante gran parte de los primeros 45 minutos, quizá temiéndole al caluroso y húmedo ambiente que cubría al ‘Metro’.
De a poco Junior fue superando el sofoco de un inicio lento y aburrido, y comenzó a tomarse confianza, liderado siempre por la lucha y la perseverancia de su primera línea de volantes, conformada por Gustavo Cuéllar y Guillermo Celis. De ahí partía el fútbol del ‘Tiburón’, que comenzaba a arrimarse con seriedad a través del desequilibrio de Vladimir Hernández y Juan David Pérez por las bandas, la claridad de Michael Ortega en el medio y la movilidad de Roberto Ovelar en el frente de ataque.
Medellín, por su parte, seguía regulándose. No tenía prisa, ni tampoco la clara intención de ofender a su rival, al menos que este le facilitara las cosas. Lo hizo un par de veces, pero tanto Ángelo Rodríguez como John Fredy Pajoy fallaron en la puntada final.
El ‘Tiburón’ comenzaba a merecer más de lo que tenía y la justicia, que muchas veces no es coherente en el fútbol, se hizo presente en el marcador. Pase milimétrico de Michael Ortega, que deja perfilado a Juan David Pérez y este define con frialdad al palo del arquero rival. El cordobés consiguió lo que tanto anhelaba: recuperar su 'olfato goleador ante el DIM', como manifestó en diálogo con EL HERALDO a principio de semana.
Para la etapa complementaria, la orden de Leonel Álvarez fue clara: adelantar las líneas y presionar al Junior en su propio campo, buscando un error y el empate en el marcador. Y consiguió su objetivo en gran parte del segundo tiempo, pero a medias, porque el ‘Tiburón’ no le brindó espacios ni ventajas.
Junior mantuvo la calma. Buscó el partido paso a paso, sin desesperarse, ordenado en todas sus líneas y aprovechando una de las pocas que le quedó. Asistencia de Jarlan Barrera, definición fácil de Ovelar para enviar la pelota al fondo de la red.
A pesar del golpe moral y anímico, Medellín no bajó los brazos. Sabía que con un gol podía meterse nuevamente en la serie. Y el descuento llegó, en una gran jugada colectiva del DIM, que transformó en gol Fabio Burbano.
Junior ganó con lo justo y la última palabra en la serie se dirá en el estadio Atanasio Girardot de Medellín.