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En medio de las exigencias y etapas cruciales por las que atraviesa Junior en la Liga y en la Copa Libertadores, Julio Comesaña tiene la misión de mejorar el rendimiento del equipo.

Entre las tareas del entrenador y sus asistentes hay cinco urgentes.

La definición

Carece de tino desde el principio del año, mucho más de visitante. En la Copa Libertadores no suma ni un gol en dos partidos y en la Liga es el de peor ataque (junto con Huila), entre los primeros 10 de la tabla, solo 14 tantos en 15 partidos.

Las bandas

Junior se empecina en tratar de superar al rival solo por el centro e ignora las bandas. Los laterales deberían apoyar muchísimo más la misión ofensiva. Luis Díaz y Chará tienen que abrir más la cancha y explotar su velocidad y habilidad.

Respuesta física

A veces luce apagado y solo se enchufa por ratos. En los minutos finales, con marcadores adversos, no muestra una reacción vigorosa que permita superar la resistencia adversaria. Debe ser más enérgico en cualquier situación.

Individualidades

El colectivo requiere orden, dinámica, desequilibrio y ambición, pero para eso es vital el ascenso del desempeño individual de varias figuras. Si Cantillo, Pico, Chará, Jarlan, Díaz y Ruiz elevan su nivel, habrá más posibilidades de ganar.

Bola quieta y aérea

Junior tiene la tercera mejor defensa de la Liga (junto al Cali), con 12 goles en contra en 15 juegos, pero cuando le levantan la bola surge algún titubeo. Ofensivamente no se ve trabajo por esa vía en tiros de esquina y cobros de costado.