El presidente Juan Manuel Santos está a ocho meses de finalizar su gobierno, y es momento de hacer balances. Su principal bandera, la paz, por la que además se jugó todo su capital político, tuvo importantes avances como lo fue lograr el desarme de la guerrilla de las Farc e iniciar los diálogos con el Eln. No obstante, también hubo complicaciones e incumplimientos que han dificultado que el proceso de la implementación se consolide a plenitud en los territorios. Como él mismo lo reconoce, se trata de un proceso complejo que hasta ahora empieza.
Sobre la agenda del fast track, que finalizó el pasado 30 de noviembre y que dejó por fuera, entre otras, la ley de tierras, la de catastro multipropósito y la de adjudicación de baldíos en reserva forestal (todas con relación al punto uno del Acuerdo, es decir, la Reforma Rural), el mandatario afirmó haber enviado un mensaje de urgencia al Congreso para que en el próximo año le den trámite. Sin embargo, y de nuevo citándolo a él, su relación con el Legislativo no es sencilla pues luego de los años de gobierno, 'mantener las mayorías se vuelve más difícil'. Al parecer, dichas reformas definirán su suerte luego de que se conozca qué presidente y qué Congreso llegan en 2018.
Por otro lado, en el tema económico, cuestión en la que no le fue bien estos 365 días al país, pronosticó que para los últimos meses de su gobierno están dadas las condiciones para que se retome el crecimiento de otros años.
Sobre el escándalo de Odebrecht, dejó entrever que, según su visión, ese fenómeno no se presentó en Colombia con la misma proporción que sí lo hizo en países como Ecuador o Perú.
Al Caribe dijo tenerlo en un lugar especial de su corazón, razón por la que el dinero invertido en la región se aumentó. 'En política, el amor se expresa en inversiones', dijo. Por último, prefirió no pronunciar mayor palabra con relación al panorama de las elecciones del próximo año y a la situación de su partido, La U.



















