Compartir:

Bogotá. Nuevos detalles se van conociendo respecto a los hechos que antecedieron al crimen de los cuatro niños sepultados el sábado anterior en Florencia.

Aunque ya había trascendido que los Vanegas Grimaldo venían siendo objeto de intimidaciones para que abandonara sus tierras, se confirmó que en la Fiscalía de la capital de Caquetá reposan denuncias relacionadas con otros ataques cometidos en contra de la humilde familia, que años atrás había sido desplazada por la violencia latente en el municipio Milán, del mismo departamento.

De acuerdo con lo manifestado por Jairo Vanegas, padre de los menores, el 22 de diciembre del año pasado la casa que ocupaban fue incendiada, resultando herida una mujer discapacitada que solía acompañar a los pequeños. Así mismo, aseguró a los medios, meses antes de ese atentado, a una casa que estaban construyendo le robaron las puertas y el techo. Estos hechos, al parecer, se derivan de un conflicto por tierras.

El 29 de diciembre anterior, día en que se instauró la denuncia por el incendio, Jairo Vanegas citó el nombre de Silvio Martínez, o Ricardo Tamayo, como el responsable del atentado, en virtud a las continuas amenazas que este sujeto lanzaba contra él y su prole, de la cual, según los amenazadores, ya tenían fotografías.