La rápida reacción de la seguridad de Sutton, la discoteca de Barcelona en la que habría ocurrido el abuso sexual por el que es acusado Dani Alves, revela el papel crucial de los protocolos contra violencia sexual en este tipo de establecimiento, que incluyen desde formación a vigilantes, camareros o Dj al uso de la contraseña 'Ángela' para pedir ayuda en la barra en caso de agresión.