Las autoridades de Filipinas elevaron este miércoles a al menos 60 los muertos causados por el terremoto de magnitud 6,9 que golpeó la pasada noche el centro del país, dejando además decenas de heridos y daños materiales, haciendo que la región declarase esta mañana el estado de calamidad.
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“Hemos recibido reportes de que hasta 60 personas han fallecido a causa del terremoto”, dijo en una rueda de prensa el secretario adjunto de la Oficina de Defensa Civil (OCD), Bernardo Rafaelito Alejandro.
Estas cifras procedentes del hospital regional, transmitidas por Alejandro, superan los 26 muertos y 147 heridos de los que había informado previamente la OCD.

“La situación es muy fluida”, dijo Alejandro, reconociendo las dificultades a las que se enfrentan los equipos de rescate sobre el terreno debido a los cortes de electricidad provocados por el terremoto en la provincia de Cebú, una de las golpeadas por el tifón Bualoi el pasado fin de semana.
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El terremoto de magnitud 6,9 tuvo lugar a las 21:59 hora local (13:59 GMT) del martes a una profundidad de diez kilómetros cerca de la ciudad de Bogo, según la agencia sismológica de Filipinas (Phivolcs), desatando además una alerta sobre un posible tsunami localizado que fue retirada este miércoles.
Buena parte de las víctimas se concentran en Bogo, en el norte de la región central de Cebú y una de las más cercanas del epicentro.
Además de dejar víctimas mortales y heridos, el sismo causó importantes daños en varias infraestructuras en la provincia de Cebú, según la gobernadora provincial, Pam Baricuatro.
“El fuerte terremoto que sacudió Cebú anoche ha supuesto un gran desafío para nuestra provincia”, afirmó en un comunicado el vicegobernador de la región, Glenn Soco, al declarar el estado de calamidad, indicando que la medida es necesaria para “movilizar recursos, brindar asistencia inmediata a las familias afectadas y aplicar medidas de rehabilitación”.
El centro de Filipinas fue golpeado duramente por el tifón Bualoi el pasado fin de semana, dejando 14 muertos y obligando a evacuar a más de 350.000 personas.
El archipiélago se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.
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El pasado enero, dos sismos de magnitud 6,1 y 5,8 golpearon el sur y el centro del archipiélago causando daños en carreteras, viviendas y parte de una escuela.