El pasado miércoles 10 de septiembre una mujer de 34 años fue encontrada muerta atada de manos y con un corte en su cuello dentro de su propia casa en el municipio de Governador Valadares, en el estado brasileño de Minas Gerais.
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Todo apunta a que los perpetradores del crimen son dos hombres que se hicieron pasar como domiciliarios. Así lo dejan ver una cámara de seguridad ubicada a las afueras del inmueble; en el video se logra ver como los dos sospechosos entran sin mayor problema a la vivienda.
La policía brasileña aseguró que el cuerpo de Ingrid Emanuelle Santos, como fue identificada, fue encontrado la noche de ese mismo día gracias a un familiar que notó que la mujer no había ido a recoger a su hija al colegio por lo que decidió llamar a la policía que atendió el llamado. Además, no detallaron si los dos hombres ya fueron individualizados.
Su familia, en entrevista con el medio Globo 1, indicó que Santos no tenía enemigos y que su vida estaba dedicada a la promoción de productos de bisutería que ella misma elaboraba. Era amante al deporte y practicando crossfit.
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“Ella solo trabajaba, cuidaba de su familia, de la casa y de su hija [de 3 años], que era su prioridad. Era una persona cariñosa, generosa y familiar”, dijo un familiar citado por el medio en mención.
En el registro audiovisual se ve como los dos sujetos luego de entrar al domicilio de la mujer permanecen dentro por algunos minutos para luego marcharse no sin antes percatarse que la reja estaba abierta y uno de ellos decide devolverse para cerrarla.
El capitán Fabrício Loureiro, de la Policía Militar manifestó que por el momento no descartan ninguna hipótesis al tiempo que precisó que “la posibilidad de feminicidio está entre las líneas de investigación”.
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El cuerpo de Ingrid fue enviado al Centro Médico Forense Governador Valadares con el fin de determinar las causas de la muerte. Las investigaciones continúan para dar con el paradero de los responsables.
2No tengo palabras para describir tanto sufrimiento. De repente, una tragedia como esta y tener que lidiar con ella sabiendo que hay un niño de tres años que depende de nosotros. No es fácil (...) No le encontramos explicación; es un crimen brutal”, sentenció otro familiar.
