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El Dane reveló la semana pasada que la economía colombiana presentó un crecimiento del 2,1 % en el segundo trimestre del año en curso.

Más allá de todo eso, el resultado estuvo por debajo de las expectativas del Banco de la República y el mercado en general, quien pronosticaba un crecimiento de al menos un 2,5 % y un máximo del 3,2 %.

Diferentes expertos y gremios manifestaron que no viene siendo un crecimiento fuerte, teniendo en cuenta las expectativas que se tenían previamente.

La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) crece y refleja un mercado interno dinámico, pero sin cimientos sólidos de mediano y largo plazo, el impulso no será sostenible.

“El segundo trimestre confirma la resiliencia de Colombia, con comercio, transporte y turismo liderando el crecimiento. Sin embargo, este patrón se apoya en bases frágiles: el consumo impulsa la actividad, pero no construye por sí solo los cimientos necesarios para sostener el crecimiento en el tiempo”, manifestó Lacouture.

En ese sentido, insistió en que la inversión, especialmente en infraestructura, innovación, capital humano e industria, es clave para fortalecer la productividad, diversificar las exportaciones y consolidar sectores como la industria y la construcción.

“Solo así se podrá garantizar un crecimiento equilibrado, resistente a la volatilidad global y generador de bienestar sostenible para los colombianos”, precisó la dirigente gremial.

El ex ministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, resaltó que Colombia en su crecimiento debe aspirar y construir para crecer mucho más, “Si nos limitamos a tan poco (2,1 % de crecimiento del PIB) nos quedamos en la mediocridad”.

“Desafortunadamente el crecimiento del último trimestre, fue inferior a las previsiones que se tenían y sigue en terreno mediocre del 2 al 3 %. A este ritmo difícilmente llegaremos al 3 % este año”, señaló.

Añadió como medida urgente que la formación bruta de capital fijo (que se refiere a la inversión privada) no siga o cayendo o creciendo pobremente y eso necesita confianza y certidumbre para el sector empresarial.

“Debe despegar la industria que sigue creciendo a un magro 0,9 %, y aplicar de verdad una política de industrialización con vocación especial a ciertos sub sectores. También se debe recuperar la dinámica de construcción que sigue en terreno negativo. La política pública de desmonte de subsidio a vivienda VIS y no VIS le pasa factura al sector”, enumeró Restrepo.

Recalcó al sector de la minería como clave para el crecimiento de la economía y que no se estigmatice desde la política pública, hoy también en terreno negativo (-10,2%).

“Colombia tiene con que crecer hoy mucho más, si construimos consensos con el sector empresarial y animamos una política pública real de apoyo sectorial (esto último debe incluir simplificación y agilización de trámites regulatorios en muchos frentes (INVIMA, ICA, notariado, superintendencias, licencias ambientales, consulta a comunidades, cámaras de comercio, entre otros)”, dijo Restrepo.

El Presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, subrayó que en el primer semestre la economía creció sólo un 2,4 %, por debajo de la proyección que tiene el Gobierno para todo 2025, del 2,7 %. “Con estas cifras nos encontramos con un hecho cierto y es que la reactivación económica es aún muy débil y vacilante”.

Bruce Mac Master, presidente de la Andi, afirmó que en el caso de la industria, si bien tuvo un crecimiento positivo tanto en el primero como en el segundo trimestre de 2025 con tasas de 1,4 % y 0,9 % respectivamente, aún se mantiene con un nivel muy por debajo al crecimiento de la economía en general.

Para la Andi, al realizar un análisis más detallado, se identifica que hay sectores en la economía que vienen rezagados de varios trimestres atrás. Por ejemplo, el sector de minas y canteras ha registrado tasas negativas por un año y medio, afectando el comportamiento del suministro de electricidad, gas y agua, y aumentando la incertidumbre en el abastecimiento de los recursos minero-energéticos.

Adicional, el sector de la construcción, específicamente la construcción de edificaciones se ha visto afectado entre otras cosas, por la suspensión del programa Mi Casa Ya; y las grandes obras de infraestructura, las cuales registran tasas positivas, crecen principalmente por el proyecto de la primera línea del metro de Bogotá.

“Es importante mencionar que el sector de la construcción dinamiza la economía a través de los encadenamientos productivos y a su vez, es un alto generador de empleo”, dijo Mac Master.

“Hay retos como continuar mejorando la calidad del empleo, ya que si bien, ha venido disminuyendo la tasa de desempleo, esto ha sido por la actividad por cuenta propia es la que más crece, y por lo tanto persiste el problema de la informalidad. Así mismo, la tasa de política monetaria del Banco de la República ha estado inalterada desde mayo, ubicándose en 9,25%. Esto se debe a que la inflación, a pesar de que se ha venido moderando, no ha sido al ritmo esperado. Adicional, el desajuste fiscal, la alta volatilidad de la tasa de cambio y la incertidumbre siguen generando presiones inflacionarias. Lo anterior, se ve reflejado en menores niveles de inversión, lo que compromete el crecimiento futuro”, comentó el presidente de la Andi.