Así ha avanzado la economía del Atlántico durante estos 90 años

La internacionalización de la economía del Atlántico es clave para diversificar, mejorar y ampliarla con el paso del tiempo. Así fue la reflexión de diferentes gremios y expertos que han seguido durante mucho tiempo el proceso económico del departamento mediante diferentes segmentos del mismo que han ayudado en prácticamente un siglo a contribuir al progreso del territorio.

Y es que a lo largo del tiempo, el Atlántico ha fortalecido su comercio, la construcción, la infraestructura, el sector hotelero, el gastronómico y el surgimiento de nuevos sectores como el de servicios asociados a la economía digital y el del turismo de negocios y reuniones.

Efraín Cepeda Tarud, presidente del Comité Intergremial Atlántico recordó que el resurgimiento de la economía de Barranquilla y Atlántico es relativamente reciente, y se concentra básicamente en los últimos años del siglo XX y lo que llevamos del XXI.

'En ese tiempo, la producción industrial que tenía y tiene potencial de acceso a los mercados de Estados Unidos, como la industria derivada de los sectores de alimentos y bebidas, confecciones y calzado, textiles, cueros, maderas, manufacturas, maquinarias y equipos, productos metálicos y de minerales no metálicos, plástico, caucho, químicos, acero y vidrio se ha venido consolidando', recalcó Cepeda en diálogo con EL HERALDO, añadiendo que eso demuestra la diversificación que ha caracterizado a la industria local.

El Atlántico durante los últimos 90 años, ha experimentado un importante crecimiento social y económico. A comienzos del siglo XX, el territorio se propuso ser un motor de crecimiento a través de procesos de industrialización, y hoy es un referente a nivel regional, representando el 27 % de la producción total de la región Caribe y el 42 % de la producción industrial.

'Gracias a la visión empresarial local nos hemos posicionado como departamento altamente competitivo en industrias como Metalmecánica y Químicos. En estos 90 años, hemos construido y fortalecido una serie de condiciones para que el territorio sea atractivo, 8 puertos marítimos públicos dónde se transporta alrededor del 7 % de la carga nacional. En 1958 se fundó la primera Zona Franca en Colombia, aquí en Barranquilla, y hoy la ciudad cuenta con 4 zonas francas permanentes en su zona de influencia que han permitido darnos un rol estratégico para las exportaciones', recordó Vicky Osorio, directora ejecutiva de ProBarranquilla.

En ese sentido, agregó que lo anterior permite que actualmente lleguemos a más de 100 destinos con más de 1.600 productos de exportación.

'El Atlántico representa el 38 % de las exportaciones no minero-energéticas de la región Caribe, lo que reafirma nuestra importancia económica', señaló la directora de ProBarranquilla.

Y es que la economía del departamento del Atlántico ha tenido una evolución interesante en los últimos 90 años. Pese a tener logros y retos, se destaca su proceso de transformación económica y social que ha experimentado a la largo de casi un siglo.

'Si nos remontamos a la primera mitad del siglo XX, nos encontramos con un departamento dedicado principalmente a la agricultura y la ganadería. Hacia 1930, el Atlántico era el mayor productor de la industria algodonera en todo el país', precisó Diana Cantillo Concha, directora ejecutiva de la Corporación Empresarial del Oriente del Atlántico (CEO).

Recordó que en esta misma década, en 1936, se creó oficialmente el Puerto de Barranquilla a partir de la constitución de la Sociedad Portuaria Regional, lo que significó un hito importante para la economía del departamento, ya que permitió consolidar su posición como centro comercial y logístico del Caribe Colombiano.

Con el paso del tiempo, a mediados del siglo XX, el Atlántico comenzó a fortalecer sectores industriales como el textil, alimenticio, químico y otros.

Promover y fortalecer la cultura exportadora para llegar a mercados con mayor capacidad de compra que el mercado nacional, aseguró Efraín Cepeda Tarud a EL HERALDO.

En ese sentido, dijo que se debe aprovechar el potencial del Atlántico para generar energía a partir de fuentes renovables, además de los descubrimientos recientes de gas, y el desarrollo de la industria de hidrocarburos costa afuera, para hacer de Barranquilla y el Atlántico el hub energético del país.

'Hay que impulsar aún más la producción agropecuaria del departamento para reducir la dependencia que tenemos en el abastecimiento de alimentos de otras regiones y generar un impacto social y económico en los municipios, e igualmente para agregarle valor a los productos del campo que tengan alta demanda en mercados cercanos como los de la Cuenca del Gran Caribe, Estados Unidos, Europa y Asia', socializó el presidente del Comité Intergremial Atlantico a este medio.

Por su parte, Vicky Osorio, directora de ProBarranquilla, dijo que es clave apalancarse en las capacidades productivas existentes y apostarle a llegar a producir aquellos bienes o servicios con los que hay mayor proximidad tecnológica.

'Hay que atraer inversiones que generen alto valor agregado en sectores como energía, materiales para la construcción, y agroindustria, entre otros, con el propósito de insertarnos cada vez más en las cadenas globales de valor. Es clave ofrecer y facilitar oportunidades para la sostenibilidad empresarial, como por ejemplo, incentivos fiscales, acceso a financiamiento y apoyo técnico. De esta manera, las compañías tendrán un mayor músculo para llevar a cabos sus proyectos de crecimiento y modernización', afirmó Osorio.

La historia ha estado a favor del Atlántico, pero para seguirla escribiendo, se debe contar con una visión. De acuerdo con Manuel Fernández Ariza, presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla, el territorio se visiona como el mejor escenario para aumentar las exportaciones no petroleras, objetivo número uno de la política económica del Gobierno nacional.

'Tenemos las condiciones ideales para hacer realidad la reindustrialización y la relocalización empresarial en zonas francas, atrayendo inversiones orientadas a atender el mercado global y acelerando la transformación productiva mediante el impulso de procesos de ciencia, tecnología e innovación', resaltó Fernández Ariza.

Explicó que hoy en día se abren dos oportunidades para fortalecer la economía local, como es el caso de la producción de gas y la transición energética.

El departamento del Atlántico es el responsable de aportar el 4,4 % del PIB nacional, lo que le ha permitido estar en la sexto posición más importante en el país y el primero en la región Caribe.

Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, en la última década el PIB ha crecido en casi $11 billones en términos reales. Los sectores relacionados con la administración pública pasaron de participar con el 12 % al 15 %, al igual que el sector de la construcción que pasó de 4,6 % al 7 % entre 2014 y 2019.

'Los problemas comerciales con Venezuela, principal socio comercial del Atlántico, han sido una de las razones para frenar la participación de la industria en el PIB', destacó Álvarez.

Agregó que las mayores contribuciones al PIB departamental en su orden la realizan el sector de administración pública, comercio, transporte y alojamiento y la construcción, lo que refleja que gran parte del apalancamiento de la economía en la última década es la inversión pública y expansión de los servicios sociales y la construcción.