
Wanderley Lobo, un barranquillero que pide pista en el fútbol argentino
El joven de 20 años, campeón de la Liga del Atlántico con Forever Fútbol Club, ya demostró su talento en el sur del continente.
El ambiente del fútbol argentino cautivó tanto a Wanderley Lobo que quedó con ganas de volver a vivir esa grata experiencia. San Lorenzo de Almagro fue el equipo que el año pasado le brindó esa oportunidad a través de una prueba que realizó durante 15 días, en la cual entrenó con la reserva del equipo profesional. Le fue muy bien, pero, por causa de la pandemia, tuvo que devolverse para Colombia.
Wanderley, de 20 años, es barranquillero y se desempeña como volante creativo. Su actual equipo es Forever Fútbol Club, que recientemente se coronó campeón de la categoría 97 del torneo de la Liga de Fútbol del Atlántico tras vencer 3-0 en la final a Los Socios. De dicho torneo, Wanderley fue escogido como mejor jugador y fue el máximo anotador con 16 tantos.
Su nombre, más futbolero no podía ser. Su papá se lo puso por Wanderley Luxemburgo, extécnico de la selección brasileña y de clubes importantes como el Real Madrid, Corinthians, Palmeiras y Flamengo.
El Wanderley barranquillero afirma que su nombre le gustó desde el principio, pero le agradó más cuando conoció la trayectoria de quien inspiró a que lo llamaran así.
Antes de pasar por San Lorenzo, Wanderley también estuvo a prueba en el Independiente Medellín. Allá, al verlo jugar, le vieron condiciones similares a las de Juan Fernando Quintero, el antioqueño que brilló en River Plate. En Argentina también lo comparaban con ‘Juanfer’.
“Para mí es muy importante que te comparen con Juan Fernando Quintero porque sabemos que es un jugador de gran calidad técnica. Yo también soy un jugador de buen pie, tengo pasegol y media distancia”, dice Wanderley, quien es zurdo, al igual que Quintero.

A Forever Fútbol Club llegó procedente de Ilusión Naranja de Montería. Allá se conoció con Rubén Molina, con quien intercambió teléfonos y cuando este último decidió armar su propio club no dudó en llamarlo para que hiciera parte de él.
Molina, con una vasta experiencia tanto en el fútbol aficionado como profesional, ha guiado la última parte de su carrera y ha contribuido a pulir este diamante en bruto, cuyo empresario, Gustavo Bueno, está tratando de ubicar en Argentina, en donde existen varias propuestas para llevarlo nuevamente a ese país.
“El fútbol argentino es muy agresivo, te pegan bastante, pero sentí ese aroma y pienso que tengo condiciones para jugar en ese país. Jugar en Argentina es una vitrina importante para cualquier jugador, pero mi sueño es ir a Europa”, afirmó con seguridad.
“Es muy lindo cuando entras a un estadio y comienzas a sentir que estás con tu gente. Eso te brinda confianza y es muy lindo para uno”, agregó con referencia a la pasión desbordante que se siente por el fútbol en Argentina.
El amor de Wanderley por el fútbol comenzó a los ocho años. Su papá quería que estudiara, pero él le decía insistentemente que lo que quería era jugar fútbol porque era lo que le gustaba y llevaba en la sangre. Antes de Ilusión Naranja, club al que llegó en 2017, pasó por Soccer Stars y Escuela Barranquillera.
“Cuando tenía 9 años jugaba de lateral izquierdo, pero gracias a Dios los técnicos vieron que tenía buen pie y me colocaron de volante 10”, concluye Wanderley, quien reconoce que, aunque marca goles, disfruta más habilitar a sus compañeros para que anoten.