
“Todo triunfo es importante, pero este tiene un sabor especial”: Luis Urueta
El barranquillero habló con EL HERALDO sobre la experiencia que vivió el domingo de ser el primer colombiano en dirigir un juego de Grandes Ligas.
El domingo 26 de julio de 2020 quedará marcado en la vida de Luis Felipe ‘Pipe’ Urueta. Ese día el destino se confabuló para que se convirtiera en el primer colombiano en dirigir un juego de Grandes Ligas.
Urueta, coach de banca de los Diamondbacks de Arizona, asumió durante cuatro entradas y dos tercios el mando de su novena, tras la expulsión del mánager Torey Lovullo, en el juego que los ‘Cascabeles’ derrotaron 4-3 a los Padres de San Diego, en el Petco Park, de la ciudad de California.
En diálogo con EL HERALDO, ‘Pipe’ recordó ese momento soñado, en el que no solo valoró el haber conseguido el triunfo —primero de la temporada para los Diamondbacks—, sino todas las muestras de cariño y agradecimiento que aún sigue recibimiento.
¿Qué significa para usted todo lo que sucedió el pasado domingo, cuando se convirtió en el primer colombiano que dirige un juego de Grandes Ligas?
Me llena de orgullo y satisfacción de que esta oportunidad se me pudo dar. Obviamente estoy enfocado en mi trabajo, en mis funciones de coach de banca, pero cada vez que se presente una oportunidad de estas debo tomarla con mucha responsabilidad. Siento satisfacción de que se me da la confianza para hacer un trabajo como este. La victoria es importante no solo en lo personal, sino por la situación en la que estaba el equipo. La primera victoria de la temporada siempre tiene un sabor más especial, y ahora mucho más.
¿Pasó por su cabeza que ese momento soñado llegaría tan pronto?
Uno nunca espera que en el tercer juego de la temporada te toque dirigir un juego por la expulsión del manager, pero esto hace parte del juego. Uno siempre se debe preparar con anticipación y siempre debe estar analizando el juego de la manera como el dirigente lo puede estar viendo. Creo que eso te pone en una buena posición para hacer los movimientos adecuados, sobre todo con la planificación que se tiene antes de empezar el juego.
¿Qué pensó en el momento en que se da la expulsión del manager Torey Lovullo?
Lo primero que se me pasó por la cabeza es cómo hago para tratar de darle vuelta a este score y poder sacar una ventaja que nos diera la victoria. El equipo estaba abajo 1-0 y era necesario anotar carreras… y bueno, por ahí se hicieron algunos movimientos tratando de buscar alguna reacción de la banca. Afortunadamente los muchachos respondieron. Creo que no hubo mucho tiempo para pensar y para tener sensaciones, lo único que corría por mi mente es qué debía hacer para intentar ganar el juego. Ya después vienen las emociones, cuando uno está más en frío.
Lo más meritorio es que no fue un debut cualquiera, usted tuvo que meter mano para buscar ese primer triunfo de la temporada…
A veces cuando a un dirigente lo expulsan a uno le toca aguantar o casi siempre ya estás perdiendo por muchas carreras, como quien dice, el juego se desenvuelve solo, pero esta vez a mí me tocó distinto, porque la expulsión se dio temprano, a penas en la cuarta entrada, había más presión. Agradecido con el respaldo de los jugadores, todos respondieron y eso a uno lo motiva para seguir empujando a estos muchachos y para seguir aportando mi granito de arena.
¿Cuál fue la decisión más difícil?
Era una decisión difícil designar el lanzador que pondríamos para la octava entrada, porque teníamos dos lanzadores en el bullpen con mucha experiencia. Decidí traer al zurdo para ponerlo contra un bateador zurdo. Afortunadamente todo salió bien. Y luego otra decisión dura fue elegir a mi cerrador para sacar cinco out, que no es algo que se da todos los días, pero que esta vez nos salió de maravilla.
¿Qué le dijo el manager Lovullo luego de conseguir el triunfo?
El dirigente es muy buen amigo mío, muy buen compañero, fue el primero que me recibió abajo, en la cueva, para felicitarme. Estaba contento, no solo por la victoria del equipo, sino porque sabía que era mi primera victoria como dirigente. Me felicitó, estaba muy contento con mi labor. Después analizamos el juego de una manera más profunda, y nada, discutimos sus puntos de vistas y los míos, que no siempre van a ser iguales. Fue una buena conversación de béisbol y lo importante es que al final se me dieron las cosas y se ganó el juego.
Imagino que muchas felicitaciones de familiares y del mundo del béisbol, especialmente el colombiano…
La gente ha estado muy pendiente, gente del béisbol, familiares, gente que ha marcado mi vida y me ha apoyado siempre. Uno se siente bien, porque uno acá está representando es a Colombia. Estoy contento por poder generar una alegría y una sonrisa en momentos de dificultad como los que estamos viviendo hoy en día en Colombia y el mundo por culpa de este virus. El whatsapp ha estado a reventar (risas), pero ahí vamos, respondiendo de a poco y agradeciéndole a todos los que han sacado un ratico de su tiempo para felicitarme y acompañarme en esta felicidad, así sea a la distancia.
¿Aparte del triunfo, qué es lo nunca olvidará de este soñado debut?
Me dieron un baño de cerveza, que es bien común cuando un jugador da su primer hit... de igual manera cuando un manager gana su primer juego. Ellos estaban desde hace rato hablando de eso y como el COVID no permite que estemos juntos pues se iba dificultar, pero me pusieron la máscara y no me salvé de esa (risas).