Keny Castro, el billarista de oro en el Atlántico
El barranquillero, de 36 años, logró una medalla dorada en la modalidad pool equipos y una de plata a nivel individual en los pasados Juegos Nacionales.
Competir por el Atlántico, por su tierra y sus colores ha sido uno de los grandes logros para el billarista Keny Castro, doble medallista en los Juegos Nacionales. El barranquillero, de 36 años (21 de febrero de 1983), se quedó con una presea de oro en la modalidad pool por equipos masculino junto a Leíniker Quiñónez, y además, se colgó una presea de oro en la modalidad pool individual en Bogotá, subsede de las justas.
Si bien ahora goza de un mejor presente, a Keny le tocó emigrar en 2012 para el Departamento de Boyacá porque el apoyo, el mal de nunca acabar, no existía. Enrique Vengoechea, exdirector de Indeportes, en un plan de ‘repatriación’, lo convenció de que volviera a defender a su departamento en las justas Nacionales de Bolívar y Keny levantó el pulgar.
“Estas medallas son las más importantes de mi carrera. Tengo 17 torneos siendo campeón y subcampeón. Los rivales tiene un respeto, modestia aparte, y saben que venir a jugar con Keny a Barranquilla es complicado. Nunca había podido ir a los Juegos Nacionales con el Atlántico porque me había cambiado de Liga y es el doctor Vengoechea quien me ayuda a volver. El billar se está volviendo popular como deporte porque estamos ganando. Es por eso que nos han prestado un poco de atención, pero creo que se pueden lograr más cosas. Aquí hay talento, pero como siempre, y pasa en todos los deportes, el apoyo es vital para que sigamos con los frutos”, manifiesta Castro, oriundo del barrio Chiquinquirá y creador del Club Talentos del Billar Pool.
Keny es consciente que sus medallas también han sido alcanzadas con la ayuda de su compañero de fórmula Léiniker Quiñónez, 10 años menor, pero con un talento de sobra en esta disciplina.
“Léiniker es un muchacho que desde joven pintó que iba a ser muy buen billarista. De un momento a otro explotó y comenzó a ganar torneos. Antes éramos rivales, ahora somos amigos. En este mundo hay mucha rivalidad. Yo tengo la experiencia, y hablando con el presidente (Édgar Wade), nos dijo que podíamos hacer un buen equipo y las cosas se han dado”, agrega Castro.
Sus inicios
Keny estudió en el colegio Seminario San Luis Beltrán. En muchas ‘voladas’ de clase terminaba en un billar y fue ahí donde comenzó a explorar lo que hoy es su estilo de vida.
“Cuando estaba en el bachillerato me volaba con mis amigos e iba a los billares. También iba a algunos cerca a mi casa. No fue tanto aprender porque pareciera un profesional cuando cogí mi primer taco. Luego fui evolucionando y ya jugaba bien. Mi mamá nunca estuvo de acuerdo con el billar”, rememora.
Era tanto su buen nivel de juego que “sus amigos se lo llevaban para apostar” en otras ciudades.
“Luego de que me gradué del Seminario inicié mis estudios en la Universidad Simón Bolívar. Hice dos semestres de sicología, pero después empecé a ganar dinero, a ganarme la vida y en ese tiempo tenía amigos que me llevaban a apostar a otras ciudades. La primera que fui fue a Santa Marta. Luego Franklin Gori (presidente de la Liga de Billar del Atlántico en ese entonces) me dijo que participara y si uno ganaba lo ayudaban económicamente y le daban incentivos mensuales. Decidí empezar a representar al Atlántico, eso fue en el 2009”.
Seguir creciendo y dando a conocer el billar como deporte, lejos de los estereotipos, será el propósito de Keny para el año entrante. Además espera asistir a una cita mundialista.
“La idea es seguir siendo ‘Deportista apoyado’ de Indeportes, recibir algo de la Alcaldía que no nos ha ayudado y en cuanto a torneos, espero ir al Panamericano de Costa Rica y al Mundial de bola 9 en Las Vegas” .
