
De rodillas y llorando, microempresaria reclama pagos al Chicó FC
El rival de Junior casi no puede venir a Barranquilla porque la surtidora de ropa deportiva impedía la salida del bus al aeropuerto de Bogotá.
Chicó FC, rival de Junior esta domingo en el Metro (6 p.m.), tuvo inconvenientes para desplazarse este sábado desde Tunja hacia Barranquilla por una protesta de un pequeño grupo de proveedoras de ropa deportiva que se quejaba de falta de pago de parte de la directiva del cuadro ajedrezado, encabezada por el polémico exfutbolista Eduardo Pimentel.
Las microempresarias boyacenses se tomaron la salida del parqueadero del estadio La Independencia de Tunja, donde queda la sede del club, y retrasaron la partida del bus que debía transportar a los jugadores y al cuerpo técnico hacia Bogotá, para, posteriormente, subirse al vuelo que los llevaría a la capital del Atlántico para afrontar el duelo ante los Tiburones.
“Me tocó despedir a dos madres cabeza de familia porque no tuve con qué pagarles por culpa de ellos. Tengo documentos donde asumen la responsabilidad, pero no cumplen. Dicen que no tienen plata. ¡Que me pague! ¡Que me pague! ¡Por culpa de él tuve que despedir a madres cabeza de familia!”, decía con notable molestia Diana Rojas, una de las microempresarias afectadas, ante la cámara del informativo local, 7N Noticias.
“¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Pimentel es un ladrón! ¡Y su hijo (Nicolás Pimentel) también es un ladrón que no sabe tratar a las mujeres!”, gritaba la microempresaria a los cuatro vientos.
Diana Rojas administra la empresa que surte de ropa deportiva y de presentación al equipo. La deuda asciende a los 24 millones de pesos.
Entonces esta es la joyita de Pimentel que de todo mundo habla teniendo rabo de paja... pic.twitter.com/RtWzdjvy9p
— Cristian Hernández Montoya (@cristianhm24) November 14, 2020
“La ropa que tienen puesta es de nosotros, es la que no nos han pagado. Dicen que por la pandemia, pero reciben plata de Win, de la Fifa, de la Conmebol. No nos quieren pagar. Nos están robando y nos están tratando mal”, expresó Rojas, que en un momento de su protesta se arrodilló frente al bus y clamó entre lágrimas que le cancelaran el dinero adeudado para poder ponerse al día con sus obligaciones.
“Desde enero, por Dios, no podemos esperar más. Hice el contrato con Nicolás Pimentel (hijo del dueño) porque a él le entregué la ropa, y Eduardo Pimentel tiene que pagar”, apuntó.
Finalmente, después de muchos dimes y diretes, Diana Rojas se puso en contacto telefónico con Ricardo Hoyos, presidente del Chicó FC, conciliaron y lograron acordar un encuentro el próximo martes para tratar de solucionar la situación.
“Jamás hemos desconocido la deuda, usted tiene que entender estos momentos tan difíciles. Yo soy el encargado de los pagos, Eduardo Pimentel no tiene nada que ver, yo soy el representante legal”, dijo Hoyos en la llamada que fue escuchada por todos los periodistas presentes.
El bus de Chicó pudo salir rumbo a Bogotá para tomar el avión hacia Barranquilla. A las 7 p.m. debía aterrizar el conjunto boyacense en el aeropuerto Ernesto Cortissoz.