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El británico Simon Yates (Visma), ganador del Giro de Italia, celebró la Fiesta Nacional de Francia alzando los brazos en solitario en la décima etapa del Tour, disputada entre Ennezat y Le Mont-Dore (Puy de Sancy), en la que el maillot amarillo pasó del esloveno Tadej Pogacar al irlandés Ben Healy.

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Doble fiesta en la cima del volcán más alto del Macizo Central. Los favoritos apenas aparecieron en los últimos kilómetros, pero la gloria se repartió entre Simon Yates (Visma), que logró su tercera victoria en el Tour, y el irlandés Ben Healy (EF Education), premiado con el maillot amarillo que con todo gusto le cedió Tadej Pogacar.

Yates (Bury, 32 años), héroe del Giro 2015 y ganador de la Vuelta 2018, fue el más listo de la escapada del día. Atacó a 3,5 km de la cima y llegó en solitario, con un tiempo de 4h.20.05, a una media de 38.1 km/h.

Seis años después Yates volvió al podio del Tour, tras ganar dos etapas en 2019. Esta vez, con el Giro reciente, conquistó la cima volcánica con 9 segundos sobre el neerlandés Thymen Arensman (Ineos) y 31 respecto a Healy. El irlandés esperó impaciente en meta.

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Healy estaba en la general a 3.58 de Pogacar y vio cruzar al esloveno a 4.51 en compañía de Vingegaard. Ya era el primer irlandés líder del Tour desde que lo fue Stephen Roche en 1987. A continuación pasó Remco Evenepoel a 4.57.

Los españoles volvieron a ceder tiempo respecto a Pogacar, quien no dejó de ser el líder real del Tour. Carlos Rodríguez se dejó 24 segundos y ocupa el puesto 12 en la general, y Enric Mac 1.52 y sigue al andaluz a 5.56.

Jugada perfecta para Pogacar. Perder el maillot amarillo le dará al menos tres días sin compromisos con la ceremonia del podio, y con el descanso por medio podrá recuperar energías propias y del equipo, mermado desde la retirada de Almeida. El campeón del mundo se encuentra a 29 segundos de Healy, Evenepoel a 1.29, Vingegaard a 1.46 y Jorgenson a 2.06.

Romeo, Castrillo y García Pierna, en la fuga inicial

Primer asalto de alta montaña el día de la Fiesta Nacional francesa del 14 de julio. Escenario volcánico en el Macizo Central, día rompepiernas con 4.450 metros de desnivel y sube y baja constante. Para los opositores al amarillo, propicio para poner a prueba a Pogacar, quien sigue lamentando la sensible baja de Almeida.

Ennezat, en el departamento Puy de Dôme, lanzó al pelotón para recorrer la Auvernia. Enseguida hubo erupción por la fuga, lo que lograron 29 corredores, entre ellos Iván Romeo, Castrillo y García Pierna, el Visma metió dos hombres y el UAE de Pogacar, ninguno. Los hombres de Vingegaard tratan de encontrar un antídoto contra el dominio del esloveno y puede ser la “operación desgaste”.

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Pogacar llegó solo en la jornada del viento del Loira. Los rivales tomaron nota y por ahí pueden encontrar la veta de oro. De salida, el UAE perdió en cola de pelotón a Sivakov. Un efectivo menos. La fuga abrió diferencias a medida que se sucedían las primeras cotas.

Lenny Martínez, la esperanza francesa de ascendencia española y ciclista, su padre fue campeón olímpico de BTT en Sydney 2020, y su abuelo, burgalés, doble ganador de etapa en el Tour, tiró de entusiasmo para ponerse líder de la montaña coronando al frente las cotas de Loubeyrat, la Baraque, Charade, Guéry y la Croix Morand.

Healy apuesta por el maillot amarillo y sucede a Roche

El galo ya tenía recompensa con el jersey de puntos y el mejor clasificado de la fuga, el irlandés Ben Healy, se imaginaba con mucho fundamento de amarillo a 23 km de meta. En la zona noble Visma movió el árbol con cambios de ritmo inoperantes, probando sin efecto a un UAE que mantenía a Soler, Adam Yates y Narváez en la escolta de Pogacar.

La victoria de etapa se la iban a jugar cinco supervivientes de la escapada, el incansable Healy, siempre dando la cara en cabeza, de ambición ilimitada, Simon Yates, Arensman, Storer y O’Connor. En la cumbre del Col de la Croix Saint-Robert (5,1 kilómetros al 6,4%), penúltimo escollo, la renta superaba los 5.30 minutos.

Dos incógnitas quedaban por despejar en los últimos 3,3 km al 8 hasta la meta de Puy de Sancy, el ático del Macizo Central, a 1.885 metros de altitud. La primera la despejó Yates con un ataque a 3,5 km que en principio respondió O’Connor, pero otro arreón a 2,2 le dejó despejado el camino hacia la gloria.

La segunda tuvo a Healy de protagonista. Merecida recompensa para el ciclista nacido hace 24 años en Kingswinford, el mismo que despertó de un sueño “desde niño” ganando la sexta etapa en Vire Normandia. Se metió en la fuga, trabajó a destajo, se dejó el alma hasta el último metro y Pogacar y compañía echaron una mano firmando tablas. Un maillot amarillo logrado a pulso. En honor de Stephen Roche, el héroe de 1987.

Este martes el pelotón disfrutará de la primera jornada de descanso tras 10 etapas intensas por el norte y centro del país. Volverá la actividad el miércoles con el duodécimo capítulo, de 156,8 km, con salida y llegada en Toulouse, una opción clara para los esprínteres.