Cuarenta y cuatro años han pasado desde que Juan Ramón ‘la Bruja’ Verón decidió armar maletas para irse de Barranquilla. Mucha agua ha pasado por debajo del puente durante todo este tiempo, pero el recuerdo, el cariño y el agradecimiento siguen intactos por una ciudad que no olvida y que nunca lo olvidará.
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‘La Bruja’ es parte importante de la historia de Junior. Su paso por el equipo rojiblanco no solo está inmortalizado por el título del 77 —donde fue técnico y jugador al mismo tiempo—, sino porque con su filosofía de juego marcó una generación inolvidable que, con esa primera estrella, empezó a cimentar la historia de uno de los clubes más importantes del país.
Este argentino, que hoy ya suma 79 calendarios, se sigue sintiendo un barranquillero más. Busca, habla, pregunta, indaga y averigua por la ciudad y, por supuesto, por su Junior. Y cuando tiene la posibilidad, regresa a recorrer, orgulloso, las huellas que dejó en ‘Curramba’.
'La pasé muy bien ahí. Siempre que tengo la posibilidad de volver me doy la vuelta feliz y encuentro el mismo cariño de la gente. Así que siempre quiero volver', afirma ‘la Bruja’ en diálogo con EL HERALDO.
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'Barranquilla es un lugar donde siempre me he sentido muy cómodo. Siempre he dicho que de haber vivido en otro lugar que no sea Argentina hubiese escogido a Barranquilla. El clima y la gente siempre han sido bárbaros. Estoy seguro de que así como pienso yo, piensan muchos de los extranjeros que han pasado por allá. Mira que algunos se han quedado', agregó.
Verón reconoce en este diálogo que en su momento se enamoró fácil de la ciudad y del Junior. Sus colores los tiene tatuados en la piel, porque representan también a su gran amor futbolístico, Estudiantes de La Plata, equipo con el que consiguió todo (tres Copas Libertadores y una Intercontinental). Eso ayudó a crear un vínculo, que sumado al cariño de la gente, lo hizo compenetrarse mucho más con la idiosincrasia del barranquillero.
'No me costó nada empezar a amar esa camiseta rojiblanca, porque tenía los mismos colores que la de Estudiantes. Por cosas de la vida me sentí enseguida identificado. Además, sentí el cariño inmenso de la gente hacia este equipo, algo muy parecido a lo que se vive acá. Me sentía como en casa', expresó.
Sigue la actualidad rojiblanca
Es tan grande ese vínculo que se formó que hoy sigue pendiente de la actualidad del Junior. ¿Cómo lo hace? A través de EL HERALDO, un medio con el que también se informaba en sus tiempos como rojiblanco.
'Recuerdo mucho el diario, porque lo leíamos todos los días. Ahora me entero que cumplen 90 años de existencia, que es una vida completa. Cada vez que quiero saber del Junior me meto a la página y leo lo que pasó el fin de semana. Sé que ahora se han levantado y que están peleando nuevamente por esa décima estrella. Ojalá que se les dé, porque el barranquillero vive por su Junior y se merece una alegría como esa', expresó.
Relación con la prensa
Verón reconoce que tuvo una buena relación con la prensa barranquillera en general, ganándose rápidamente el respeto de Édgar Perea, con quien recuerda una anécdota especial.
'Yo tuve la fortuna de caer bien desde mi llegada. La prensa me respetó siempre. Evidentemente el haber protagonizado esa gran campaña, que se redondeó con el título, me ayudó mucho. Con quien dice, caí parado en Barranquilla y pude trabajar tranquilo, mostrar mi talento y ganarme la admiración de todos, de la afición, de los compañeros, de los directivos, de la prensa', dijo.
'Recuerdo una anécdota con Édgar Perea. Cuando yo llegué en el 76 tenía 32 años. Antes de arribar se hablaba mucho de mí, que venía acá a retirarme, que ya estaba viejo y cosas así. Cuando me observaron en el primer entrenamiento en el Romelio Martínez se quedó todo calmado (risas), se borró todo lo que se hablaba de mí. Recuerdo que Édgar Perea, que era un tipo muy bravo, fue a esa práctica y decía: este hombre recién llega y míralo ya cómo juega. Me dio la bendición. Luego empezó el campeonato, hicimos una buena campaña y ya todo fue más fácil para mí'.
Mensaje al ‘juniorismo’
‘La Bruja’, que hoy se desempeña en la parte administrativa de Estudiantes, aprovechó el diálogo con esta casa editorial para enviarle un mensaje a los junioristas, previo al arranque de los cuadrangulares semifinales.
'Ojalá llegue esa décima estrella. Estaré muy atento a todo lo que ocurra, enviando, como siempre, la mejor energía desde acá. Siempre seré un juniorista más. Le mando un beso y un abrazo grande a toda la gente de Barranquilla. Espero volver pronto', concluyó.























