No le gusta contar cuántas medallas tiene, pero en sus cuentas calcula alrededor de 35 entre oro, plata y bronce. Eso sin contar los diplomas o reconocimientos que ha recibido. El día para ella comienza a las 5:30 de la mañana. Se levanta, desayuna, se alista y se va a entrenar tan enérgica como la primera vez, hace siete años, cuando encontró en el atletismo el refugio y la terapia que necesitaba para tratar su hiperactividad.
En el barrio Carlos Meisel vive Melany Bolaño Cassiani, una atleta de 16 años que se ha propuesto conquistar los corazones de los colombianos dentro y fuera de la pista. Hace unas semanas participó en el Campeonato Sudamericano de Atletismo realizado en Lima, Perú, donde logró subirse a lo más alto del podio en la prueba de relevo de 4x100.
'Amo el atletismo, lo practico con amor y entusiasmo. La experiencia en Perú ha sido muy grande porque no contaba con esa medalla de oro. En días anteriores a la competencia, las otras atletas y yo no nos encontramos para pasarnos el testimonio. Este título ha sido muy importante para mí, porque me ha abierto puertas tanto en el atletismo como en mi vida personal', expresa la barranquillera.
Aunque ahora el panorama se ve un poco más alentador, el camino de Melany para llegar a este punto ha estado lleno de retos, a los que debió enfrentarse con la misma fuerza y valentía que exhibe en la pista. Cada día libra una nueva batalla para acercarse a sus sueños y derribar las barreras que le surgieron desde el momento inicial, cuando muchos le decían que no podría ser una buena atleta.
'Yo fui atacada por personas de otros clubes, me decían palabras feas y me recalcaban que no iba a alcanzar nada con el atletismo. Cuando se reunían hablaban mal de mí, que no iba a llegar lejos y que estaba ahí por mis papás y no por mi talento. Eso fue cuando tenía como 10 años', cuenta Bolaño.
El primer escenario que pisó fue en Bucaramanga, en el Campeonato Nacional sub-20, donde logró obtener dos medallas de plata y una de bronce. Cuenta que ese momento marcó su vida porque la motivó a comprometerse y disciplinarse más con el deporte.
'Estas experiencias han sido muy emocionantes. Representar a mi país ha sido algo que no puedo explicar con palabras, muchos sentimientos encontrados, ya que cuando empecé mi carrera deportiva no pensé llegar tan lejos, pero aquí estoy y espero seguir mucho tiempo más', manifiesta.
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Estudiante ejemplar.
Tanto en la pista como en las aulas de clases, Melany se esfuerza por dar lo mejor. Actualmente, se encuentra cursando undécimo grado en la Institución Educativa Distrital Juan José Rondón (en el barrio San Felipe), donde ha estudiado toda su vida y que le permite practicar atletismo con flexibilidad.
Para ella ir bien en el colegio es como ganarse una medalla en una competencia. No importa cuán cansada llegue de los entrenamientos, siempre se dispone a cumplir con sus obligaciones académicas. 'Para ser buena estudiante y atleta es importante la dedicación, esfuerzo y disciplina. Me propongo ser buena en ambas cosas y gracias a Dios lo he logrado', manifestó.
Cuando debe competir fuera de la ciudad o el país, los docentes de la institución son comprensivos y le otorgan prórrogas para la entrega de los trabajos gracias a su promedio académico.
'La estudiante es una hermosa persona, muy noble, formal al expresarse, comprometida en todos los ámbitos tanto en lo deportivo como en lo académico. Se destaca por ser muy responsable y cumplida, a pesar de que emplea gran parte de su tiempo entrenando. Eso habla muy bien de ella', afirma Ismael Lizarazo, rector del colegio.
Melany es una 'hija' de la institución que gracias a sus talentos deportivos y académicos ha logrado ganarse el cariño de compañeros y docentes, convirtiéndose en un referente para los otros estudiantes.
'Ella es un ejemplo a seguir en esta institución, donde se puede ver, a través de su ser, cómo un persona puede cumplir sus dos sueños, continuar su ideal formativo y ser una gran deportista sin que lo uno afecte lo otro. Eso es de admirar. Es buena persona, excelente deportista, buena estudiante y digna de apoyar en todos los procesos que se trace en la vida', elogió Lizarazo.
Orgullo de los Bolaño.
Melany es el orgullo de la familia. Su abuela paterna, María González, no puede evitar llorar al recordar el momento en el que ella ganó su primera medalla de oro. 'Es muy entregada, una niña hermosa, y yo me siento muy orgullosa de tener una nieta así como ella', expresa la mujer de 78 años.
Las alegrías que ella le ha regalado a la familia compensan y valorizan el sacrificio que han hecho sus padres. A pesar de los obstáculos, Melany siempre ha contado con el apoyo de su madre Merly Cassiani y su padre Gerson Bolaño.
'La verdad, llegar a este punto no ha sido fácil, ha sido de bastante sacrificio porque la pista está lejos, a veces al papá le toca dejar el trabajo a un lado para llevarla a los entrenamientos. Yo soy ama de casa y mi esposo electricista', cuenta Merly.
Durante dos años, Melany hizo parte del Team Barranquilla, programa de apoyo económico de la Alcaldía a un grupo de deportistas, y del club Talento, del cual sigue siendo miembro. Cuando ese respaldo terminó, todos los costos recayeron sobre sus padres. 'Todos los gastos teníamos que asumirlos nosotros. Aunque nos veíamos un poco ‘alcanzados’, verla a ella con esas ganas de competir nos motivaba a hacer el esfuerzo para que pudiera ir', manifiesta la mamá.
Merly ayudaba a costear los viajes a los torneos nacionales e internacionales con rifas y dulces que vendía durante los entrenamientos de Melany en el estadio de atletismo.
Desde la conquista de la medalla de oro en territorio peruano, la vida de esta chica currambera cambió un poco. Indeportes Atlántico le abrió las puertas en su programa de apoyo.
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Una atleta de alto rendimiento.
Su referente es la medallista olímpica Caterine Ibargüen. Aspira a emularla y por eso se prepara arduamente como una atleta de alto rendimiento.
Sus 16 años la encuadran en la categoría sub-18, pero sus habilidades deportivas le permiten competir con éxito en la sub-20, como ya lo demostró en Lima.
'Yo compito en las modalidades de 200 metros, salto largo y 400 metros. A inicio de mes competí en el Nacional Sub-20 que se realizó en Barrancabermeja, donde gané medalla de oro en los 200 metros planos. Me sentí orgullosa de ganarla porque era una categoría mayor que la mía'.
Melany entrena tres horas diarias distribuidas en calentamiento, gimnasio, salto y velocidad. Con la reapertura de los escenarios deportivos ha logrado volver a la pista, sin embargo, durante la pandemia las calles de su barrio fueron el escenario que escogió para no perder la forma física.
'Yo entrenaba en la terraza, pero el espacio era muy pequeño y a los dos meses comencé a ir a una carretera que queda cerca para hacer carreras de 300 metros planos mientras pasaba la peor parte de la pandemia', recuerda la deportista.
Esta joven, orgullo de los Bolaño, del Atlántico y de Colombia, seguirá preparándose con la misma entrega que el primer día, luego de superar la covid-19, motivo que la dejó fuera del Mundial de Atletismo Sub-20 que se realizará en Kenia, África, al que fue convocada por la selección Colombia en la modalidad de relevo 4x100.
'Llegar a este punto ha sido un reto muy grande, todo esto se lo debo a mis padres, a mi entrenador y a quienes deciden apoyarme y apostarle a mi proceso. Ahora tengo que seguir entrenando duro para lograr más títulos', puntualizó.






















