Barranquilla es una ciudad que abraza el séptimo arte. Por ello desde este martes, hasta el 10 de diciembre, se realizará la segunda edición del Mal de Ojo Festival Internacional de Cine, organizado por la Fundación Cinerama Contracultural, consolidando un espacio que articula memoria, archivo y nuevas narrativas cinematográficas con una programación de alcance internacional.
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Paralelo al festival, se desarrollará Arteimaña, un laboratorio intensivo de creación cinematográfica en formato Súper 8 y experimentación sonora que tiene como propósito convertirse en uno de los procesos formativos experienciales más relevantes del Caribe colombiano.
La edición 2025 del festival abre en la Cinemateca del Caribe con un homenaje central al maestro Francisco “Pacho” Bottía, presentando la versión restaurada de La boda del acordeonista, obra clave en la historia contemporánea del cine nacional. A partir de esta inauguración, la programación dialoga con obras que abordan conflictos sociales, memoria rural, estéticas contemporáneas y revisiones críticas del archivo fílmico, reuniendo películas de Colombia, América Latina, Europa y Medio Oriente.
Entre los títulos confirmados se encuentran Para no olvidar (Suiza), Bajo las banderas, el sol (Paraguay), A Fidai Film (Palestina) Morichales (EE.UU. - Colombia) y producciones colombianas como Habitante, Chí Ma Nkongo y Puken Swa. El festival también incorpora una línea de cine restaurado que recupera piezas fundamentales como Pepos, de Jorge Aldana, Amor, mujeres y flores de Marta Rodríguez y La paga de Ciro Durán, reafirmando el compromiso con la preservación y circulación del patrimonio cinematográfico y audiovisual.
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En el componente académico, el festival presenta el conversatorio “La deuda histórica: cine, campesinado y memoria en La paga”, con la participación de la productora e investigadora Carmen Viveros y el docente e historiador Ciro Becerra, seguido de la proyección restaurada de la película de Ciro Durán, una obra pionera del cine social latinoamericano cuya vigencia resulta innegable. La programación incluye, además, funciones comunitarias, espacios de diálogo con realizadores y actividades que buscan fortalecer el tejido cultural de la ciudad.
Simultáneamente, del 3 al 10 de diciembre, Arteimaña convocará a diez realizadores para un proceso práctico donde el cine vuelve a lo esencial: luz, materia, territorio y sonido. Bajo la guía de los directores Laura Gabay (Suiza) y Samuel Moreno (Colombia), los participantes explorarán la historia y las técnicas del Súper 8, rodarán en la ciudad, revelarán su propio material y construirán un cortometraje colectivo que será presentada como cierre en la Cinemateca del Caribe.
El programa se complementa con un Taller de Actuación para actores y no actores, facilitado por el actor y docente Nibaldo Castro de Cofradía Teatral.
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El festival contará con el apoyo de la Cinemateca del Caribe, la Alianza Francesa de Barranquilla, el Museo Bolivariano, La Maloca Cultural, Cofradía Teatral, organizaciones comunitarias y espacios independientes que permiten llevar el cine a diferentes públicos de la ciudad. Tanto el festival como el laboratorio mantienen su principio fundamental: todas las actividades y proyecciones son de acceso gratuito, reafirmando que la cultura debe ser un bien común y no una barrera.
Con esta edición, Mal de Ojo y Arteimaña avanzan en su objetivo de posicionar a Barranquilla como un punto de encuentro para el cine crítico, experimental y de memoria, y como una plataforma abierta para realizadores, investigadores, estudiantes y comunidades interesados en la potencia social y artística de la imagen.
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