Las dramáticas notas del viejo continente se unieron al ritmo latino en un explosivo duo de piano a cuatro manos, para tocar las fibras de los amantes de lo clásico, pero también de los fans de lo contemporáneo. Y desde Europa, el proyecto musical de la alemana Marina Kondraschewa y el colombiano Sebastián Chica llegaron por primera vez a Colombia para llenar de melodía la noche barranquillera de ayer.
En sus últimos años de vida el austriaco Franz Schubert compuso Fantasía, en fa menor, y Lebensstürme Allegro, en la menor, obras que para muchos son consideradas las más representativas del periodo romántico alemán del siglo XIX. Es usual escuchar estas melodías en los teatros más clásicos de Europa. Por eso, Kondraschewa y Chica quisieron innovar en el sector y mostrar otras formas de expresión.
Enfrentaron lo clásico con lo contemporáneo al crear un repertorio que incluye obras de artistas colombianos, como Ocho piezas, una composición de Juan Antonio Cuellar para banda sinfónica; y Dolores graduales, una pieza minimalista de Nicolas Ospina basada en el tema Dolores tiene un piano de Toto La Momposina.
'La combinación en el repertorio entre clásico y contemporáneo pienso que encaja muy bien. No importa si son piezas colombianas, pienso que pueden ocurrir en cualquier lugar del mundo, por eso hemos tenido tanta acogida en conciertos en Europa. Si uno no las escucha con los referentes de los compositores es una música universal. Eso es un aspecto que marca la diferencia con generaciones anteriores, y se convierte en una buena oportunidad para que los jóvenes innovemos', manifestó Chica.
Desde el 2010, los pianistas se han presentado en distintos escenarios de Europa con ese programa, pero nunca lo habían hecho en Colombia. Anoche el Teatro de Bellas Artes se vistió de ‘gala’ para presenciar el debut nacional del duo. La muestra hizo parte del ‘Concierto del mes’, la actividad cultural de la Institución Experimental del Atlántico José Celestino Mutis creada en 1957 por el profesor A. Assa.
Además, es la primera vez que Kondraschewa visita Colombia. 'Estoy asombrada de la diversidad del país, solo he estado en Bogotá y Barranquilla y son ciudades completamente diferentes, empezando por el clima', dijo la alemana, quien minutos antes de salir al escenario se despojó de todos los nervios que la asechaban.
'Los compositores de las piezas que tocamos están escuchando, y nos presentamos ante un público que tiene referentes de contexto, los ritmos para ellos no son extraños. Aunque a mí me gusta tocar este tipo de música, es muy exigente en cuanto a la aproximación corporal, pero me siento cómoda con ella. Yo creo que no es tan alejada de la realidad musical europea, es bastante cosmopolita', afirmó la joven artista.
Dueto fortuito. Kondraschewa y Chica se conocieron mientras estudiaban en la Escuela Superior de Artes de Bremen, Alemania. Pero fue al final de la carrera cuando se unieron musicalmente al tocar en su última presentación Ocho piezas de Juan Antonio Cuellar. Desde ese día trabajan juntos en un proyecto que ellos mismos crearon para mostrar al mundo la dualidad de los talentos.
Diseñaron juntos un repertorio de temas de la música clásica europea y otras composiciones nacionales, y las integraron en el formato a cuatro manos. Una técnica de interpretación en la que está el diálogo propio de la música de cámara —un reducido grupo de instrumentos— pero en una cercanía espacial. En resumen, según Chica, es cuando dos músicos tocan en el mismo instrumento.
'Es un proceso difícil en el sentido que requiere acuerdos entre los intérpretes, y una confianza mutua. Pero a la vez es muy íntimo y especial, porque es un espacio compartido que normalmente lo tienes para ti solo', explicó Chica.
Los pianistas compartieron desde el principio la misma proyección, no se veían como solistas pero no tuvieron claro desde el principio que serían un duo, hasta que la alianza se fue dando de forma 'fortuita'. Ella toca las notas agudas y él las bajas, tal vez por una predisposición natural de la voz humana.
Bajo esta técnica, los artistas le tocaron a Barranquilla anoche. Para complacer al público de Bellas Artes no fue necesario más que cuatro manos, dos músicos y un instrumento.
KONDRASCHEWA: Nació en Luganks, Ucrania. Recibió sus primeras clases de piano a los 6 años y consolidó su formación en la Escuela de Música de Lubeca (Alemania), con la maestra Tatjana Goldfeld. Participó en Hamburgo en los concursos Jugend Musiziert y Steinway & Sons. Entre 2005 y 2010 estudió piano y pedagogía en la Escuela Superior de Artes (Hochschule für Künste) de Bremen, como alumna del maestro Kurt Seibert. Además participó en clases magistrales con los maestros Kulakowski y Sigfried Mauser. Ha realizado numerosos conciertos en el festival Max Reger en Weiden, en Leipzig y en el Pianopodium de Bremen.
CHICA: Nació en Bogotá, donde inició su formación pianística en la Academia Musical La Escala. Entre 1999-2004 cursó la carrera de Estudios Musicales en la Pontificia Universidad Javeriana, bajo la tutela de la profesora de piano Radostina Petkova. En 2010 finalizó su preparación en la Escuela Superior de Artes en Bremen (Alemania), como alumno del maestro Kurt Seibert. En Colombia ha actuado en varios conciertos de estudiantes universitarios, en el Museo Nacional y en el Teatro Colón. En Alemania ha interpretado en el festival Max-Reger-Forum en Bremen, Leipzig, Sondershausen, Schwandorf y Bayreuth.


