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El próximo 5 de noviembre regresa de su primer zarpe el segundo crucero de la naviera AmaWaterways, que ya comenzó a navegar las aguas del Magdalena contando una historia de renacimiento.

El AmaMelodía consolida así la apuesta con la que el gobernador Yamil Arana está transformando la economía, el paisaje urbano y la vida cotidiana de los municipios ribereños de Bolívar.

Un sueño que navega por tres patrimonios

El turismo fluvial por el río Magdalena, liderado por la compañía estadounidense-europea AmaWaterways, nació como una iniciativa privada con un propósito ambicioso: unir en una sola experiencia los tres patrimonios de la humanidad del departamento de Bolívar —Cartagena, San Basilio de Palenque y Santa Cruz de Mompox—.

La llegada del primer crucero, el AmaMagdalena, marcó un antes y un después. Su travesía no solo trajo visitantes internacionales fascinados por la historia, la música y la gastronomía del Caribe interior, sino que también activó una cadena de inversión pública y privada sin precedentes, con la Gobernación de Bolívar como principal aliada.

Ahora, con el inminente zarpe del AmaMelodía, el impacto del programa se amplía: más turistas, más empleo, más visibilidad internacional para los pueblos ribereños que habían estado por años al margen del turismo global.

Palenque: colores que cuentan historias

En San Basilio de Palenque, la cuna de la libertad afroamericana en América, el turismo fluvial ha servido de catalizador para un renacer urbano y cultural. Con el apoyo del Gobierno departamental, se intervinieron y pintaron 400 viviendas, se diseñó un tour de murales que narra la historia del pueblo y se mejoraron tramos viales como la conexión Malagana–Palenque.

Además, se remodelaron los baños de la Casa de la Cultura y se proyecta para 2025 la construcción del Parador Turístico de Palenque, una obra insignia que acompañará la creación del Hospital Ancestral, iniciativa del Ministerio de Salud. “El turismo aquí no llega a desplazar, sino a fortalecer la identidad y el emprendimiento comunitario”, asegura una líder del programa de Turismo Comunitario, impulsado por la Gobernación.

Calamar: el color del renacer

El pequeño municipio de Calamar, que alguna vez fue un puerto olvidado, vive hoy una transformación visible. Con el apoyo de la Gobernación de Bolívar, se revitalizaron 157 fachadas patrimoniales, se avanzó en la pavimentación urbana, y el Embarcadero Fluvial de Cormagdalena ya está en plena operación.

La Cámara de Comercio abrió una oficina en el municipio para fortalecer el tejido empresarial, mientras que programas como Calamar Circular y la economía popular han dinamizado la producción artesanal y gastronómica local. “Los cruceros trajeron la esperanza de volver a mirar el río como fuente de vida y prosperidad”, señala un comerciante del malecón.

Magangué: capital fluvial del progreso

En Magangué, corazón comercial del bajo Magdalena, la Gobernación ha hecho grandes inversiones: el Gran Malecón del Río, con infraestructura turística moderna, la revitalización del centro histórico, la pavimentación comunitaria (COMPI) y la modernización eléctrica con el soterramiento de cables en el casco antiguo.

El trabajo articulado con la Cámara de Comercio de Magangué ha fortalecido las competencias turísticas y comerciales, preparando a los empresarios para recibir a visitantes internacionales con estándares de calidad mundial.

Mompox: joya viva del Magdalena

Y en Santa Cruz de Mompox, la joya colonial que enamora a cada viajero, la revolución digital y cultural avanza a toda marcha. El proyecto “Mompox Inteligente, Digital y Conectado”, impulsado por el MinTIC y la Gobernación, está modernizando la infraestructura tecnológica de la ciudad.

El Parque del Jazz, inaugurado en diciembre de 2024, ya es epicentro de eventos internacionales como el Festival de Jazz, los 15K de Mompox y el She Is Forum, que reúne a mujeres líderes del mundo. Para 2026, se proyecta la recuperación del Teatro Colonial de Mompox, una joya arquitectónica que completará el circuito cultural del municipio.

Un río que mueve economías

La apuesta de AmaWaterways no solo trajo turismo: también generó empleo, capacitación y nuevas oportunidades para los bolivarenses. Los dos cruceros —AmaMagdalena y AmaMelodía— fueron construidos en el Astillero Ferroalquimar de Cartagena, con mano de obra local y tecnología de punta. Cada embarcación cuenta con 30 cabinas de lujo y capacidad para 60 pasajeros internacionales, quienes disfrutarán de una experiencia única a través del Magdalena medio.

“El turismo fluvial es el nuevo motor del desarrollo regional. El río vuelve a ser el eje económico y cultural del Caribe interior”, destacó el gobernador Yamil Arana, durante la presentación del AmaMelodía.

El Magdalena vuelve a sonar

A medida que el AmaMelodía se prepara para zarpar, las comunidades ribereñas de Bolívar celebran no solo la llegada de un barco, sino el regreso del río a su gente. Entre tambores palenqueros, fachadas restauradas y malecones iluminados, el Magdalena vuelve a ser sinónimo de vida, esperanza y desarrollo.

Como su nombre lo sugiere, el AmaMelodía promete recorrer el río al ritmo de una melodía nueva: la del progreso compartido que flota, sereno, entre las aguas del gran río colombiano.