Llegó diciembre, mes de las alegrías. El calendario vuela, y se siente ya la temporada de año nuevo, época de esperanza pese a que son muchos los problemas, no sólo en términos políticos sino también locativos y geológicos. Lo agrio es que, mientras el gobierno “de los pobres” anda atafagado presentando con mensaje de urgencia absurdos proyectos de ley mico incluido, como el de la definición infantil de género, y otras lindezas que les facilitarían hacer con el país lo que les venga en gana, y la mayoría de parlamentarios concentrados en la revisión de nóminas para escoger los puestos que les mantendrían apoyando lo que sea en ése proceso extorsivo de vieja data y común práctica, se viva el drama de inundaciones, deslizamientos, aludes que sepultan casas, barrios, vías y, claro, vidas, familias enteras padeciendo los avatares de un invierno que no cesa.

Es que tiene que ser muy angustiante presenciar cómo, en el mejor de los casos, el desbordado arroyuelo sube de nivel y penetra en su humilde vivienda arrasando con muebles, enseres y hasta electrodomésticos adquiridos con tanto esfuerzo, y después asistir a la reunión donde algún funcionario de visita ofrece resguardo en la escuela y entrega una cobija y un mercadito. Porque la solidaridad no debe limitarse al aporte de la Cruz Roja y de particulares que mucho han respondido. El gobierno nacional debe hacer honor a su tan cacareado interés social, y crear un eficiente ente especial que atienda adecuadamente a los miles de damnificados.

Lo dulce es que se creía que nadie hacía nada al respecto, pero no es así: La Linterna Azul informó que el concejal de Bogotá Ciro Alfonso Galvis Muñoz interpuso ante el Consejo Nacional Electoral una queja contra las directivas del otrora glorioso Partido Conservador, queja que, dadas las evidencias presentadas y de todos conocidas, ameritó que se abriera una indagación preliminar para establecer si se desconocieron los estatutos cosa que, de confirmarse oficialmente, todo lo actuado por los vendidos desde el 28 de abril de 2021 se declararía nulo, sin perjuicio de otras acciones legales contra los acusados.  Quedaría entonces anulada la adhesión al gobierno petrista liderada por el cuestionado presidente Carlos Andrés Trujillo y, claro, se anularía también la designación de los directivos, y se convocaría una nueva Asamblea goda donde seguro serían desechados los actuales, y serían elegidos aquellos que fielmente respondan a los postulados de la doctrina goda. Ojalá el recién instalado CNE actúe ágilmente para restablecer el orden y debilitar las mayorías que hoy en el congreso ostenta el petrismo.

Coletilla triste: Con la partida de Violy, Barranquilla perdió. Perdió a un ser humano especial, pendiente siempre de su familia, amiga de sus amigos con una solidaridad única de la que muchos dan fe. Y perdió un emprendimiento local que destacó, Pudines Violy fue conocido y degustado por varias generaciones de todo el país, una magnífica empresa barranquillera que la ciudad echará en falta. Paz en su tumba.

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