Así era el eslogan de campaña de un hombre importante y nacionalmente conocido que, si bien no poseía especial carisma, contaba con tremendo bagaje, la experiencia, y la estructura para lanzarse como candidato a la Presidencia de la República, con buenas posibilidades de ser elegido. La oportunidad se presentaba única: pertenecía al partido al que dentro del Frente Nacional le correspondía la presidencia, y contaba con el apoyo de destacados personajes del interior del país.
Pero tenía un grave problema: era oriundo de la Costa Caribe y, en la época, años setenta del siglo pasado, los costeños sufríamos de terrible antropofagia hacia las propias figuras nuestras, generalizado complejo alimentado por muchos años de abandono, y sobre todo de desdén y garrote por parte del avasallante centralismo. No concebíamos al hombre caribe manejando hilos de poder, y mirábamos a los andinos como genios extraterrestres. Pero había que dar la batalla, y se dio en contra de la animadversión cachaca, de ciertos políticos locales, y de la antropofagia regional. Era, como lo rezaba el eslogan, “Ahora o Nunca”. El resultado fue terrible. Obtuvo en Huila más votos que en Atlántico, de ese tamaño era nuestro complejo.
Hoy el escenario es otro. El hombre caribe ha demostrado con creces su capacidad y eficiencia, ya entendemos que ir contra los nuestros es suicida, las comunicaciones son veloces, los mensajes llegan hasta los más recónditos rincones, los partidos son una montonera, y se sabe que las elecciones presidenciales son coyunturales y que en ellas la gente vota más por el hombre que por los partidos, luego corresponde construir la adecuada coyuntura, y la ruta es la cohesión, la unión. Como los paisas. Es que, muy en serio, asoma una nueva opción de que un hombre nuestro alcance el solio de Bolívar, para equilibrio nacional, progreso y real desarrollo de la Costa Caribe: Alex Char.
Empero, su gran carisma debe ser decididamente apoyado. El Caribe tiene 62 congresistas, importante representación de casi el 25 % del legislativo que, monolíticamente, es mucho lo que pueden lograr. Aquí no es cosa de partidos ni tendencias, sino de una bancada con claro propósito regional, no sólo en materia de leyes, sino de logros. Y de votos. ¿Es que los partidos los eligen? No. ¡Se eligen ellos mismos con su propio esfuerzo! Tienen una oportunidad única: Si se desprenden del complejo y la dependencia cachaca, si aportan a la causa Caribe todo su potencial electoral, si anteponen el interés regional a una expectativa de obtención de cuotas que siempre serán mezquinas, si trabajan como Bancada Caribe y desechan imposiciones partidistas, la base para lograrlo será sólida. Procurar la adhesión de otra región, Antioquia Grande, el Occidente, los Santanderes, es tarea factible.
Lo demás lo hará Álex con su prestigio y su nacionalmente reconocido mensaje de replicar en el país su exitosa gestión de aquí. Y con su carisma. Ya fallamos hace 50 años. Tomemos conciencia: No podemos esperar otros 50. Es ¡Ahora o nunca!
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