Así mismo, cuando uno no es ni medianamente experto, lo asalta el temor de meter la pata, y con esto, tirar por la borda años de estar tratando de generar credibilidad.
Bueno, vamos al grano: Comencemos por aceptar, sin chance a discusión, que la verdadera razón del incremento en el número de contagios en Barranquilla y el Atlántico se debe a la reiterada indisciplina de nuestro pueblo que no obedece normas aunque estas sean tan obvias e indispensables como el distanciamiento social en el caso de una pandemia tan difícil de controlar; comprendiendo las obligadas salidas de aquellos que solo con su trabajo en la calle logran el sustento para sus familias, pero no las de aquellos que sin necesitarlo, salen por el simple hecho de que les da la regalada gana de hacerlo. Y claro, nada más fácil que echarle la culpa a alguien que tenga nombre y apellido, y entonces el del alcalde y el de la gobernadora son los que están más a la mano. Así que Jaime y Elsa son los culpables de que se hubieran contagiado todos aquellos que se pasaron por la faja lo que Jaime y Elsa ordenaron para protegerlos. ¡Vaina linda!
Que en Medellín y Antioquia se ha controlado como en ninguna parte del país el COVID-19 y entonces eso quiere decir que sus gobernantes son mejores que los nuestros, ¡Sí cómo no! ¿No han comparado acaso cómo está de impecable el Metro de Medellín con sus 41 años de funcionamiento, y cómo han destruido nuestros angelitos los buses de Transmetro? ¡Esa es la gran diferencia! Ese guacharaco que ralla y daña ese bus, tengan mis lectores la certeza, que es un candidato mogollo para contagiarse, si se salva es de pura leche. ¿Me estaré equivocando?
Cambiando el tema y ya conociendo ese terreno ñero-atlanticense en el que nos encontramos, considero que lo más urgente y necesario es que Distrito y Gobernación difundan de manera amplia y masiva, las medidas inmediatas que debe tomar todo aquel que sienta los primeros síntomas del COVID-19 aunque lo que realmente tenga sea una simple gripita o resfriado común, simultáneamente con la obvia llamada a las secretarías de salud distrital o departamental para informar su caso. Pero tanto el afectado como sus familiares deberían estar enterados qué es lo que de inmediato deben hacer para mitigar e inclusive hacer revertir el virus, logrando eventualmente su curación; porque según se cuenta en las redes y tiene sentido, resulta mucho más fácil y probable una positiva evolución cuando se ataca desde el inicio. Y el verdadero inicio es desde el primer día. Porque día que pasa es día aprovechado por ese desgraciado bicho.
Sabemos que no hay descubierta aún una medicina milagrosa, pero sí que hay información básica de qué se puede o se debe tomar o inhalar para impedir la reproducción del virus y que este ingrese a los órganos que ataca. Así mismo, que no se trata de productos costosos o de difícil consecución. Esa es la información que debería masificarse por prensa, radio, TV, redes, y de manera directa en cada casa. Con solo eso, seguramente se salvarían muchos contagiados, y se ahorrarían además, recursos, esfuerzos y lágrimas.
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