El béisbol, llamado desde tiempos inmemoriales el rey de los deportes, ha sido un juego de gran limpieza competitiva, lo que no quiere decir que no tenga una que otra trastada para lesionar al contendor, como muchos observadores hemos podido palparlo, especialmente en tiempos ya un poco lejanos.

En el béisbol hemos visto casos intencionales de algunos lanzadores que obedecieron indicaciones para jugar sucio. Un caso muy comentado en su momento, allá en los primeros encuentros del béisbol profesional colombiano, fue un juego entre Filta y Torices de Cartagena. Este equipo presentó a un lanzador totalmente desconocido de apellido Lombillo. Este ejerció en los cinco primeros innings un dominio absoluto sobre los bateadores del Filta, cuando el pitcher adversario, el venezolano ‘Carrrao’ Bracho, recibió supuestamente de su manager la orden de propinarle un pelotazo a Lombillo.

Dicho y hecho. Lombillo fue golpeado en las costillas y eso generó un tropelín tremendo cuando los dos dug out del estadio se vaciaron para emprenderla contra el agresor y el otro lado a defenderlo. Al fin, la paz pudo llegar luego de esfuerzos apaciguadores de peloteros y agentes de policía.

Otro caso lamentable que pudimos presenciar fue en la serie del Caribe en Panamá, cuando el cubano ‘Bicho’ Pedrozo corría hacia segunda base en un partido entre cervecería Caracas y Habana; el ‘Bicho’ se deslizó en segunda pero su intención parecía agresiva y le propinó al short stop venezolano Alfonso Carrasquel haciéndole una herida en la pierna izquierda.

Los venezolanos tenían en su staff también al ‘Carrao’ Bracho quien tenía fama de cobrar las agresiones a sus jugadores. De una vez lo mandaron al montículo para que le cobrara las cuentas al agresor. Pero por aquello que dice que ‘guerra avisada no mata gente’ los cubanos sacaron de inmediato a Pedrozo porque con seguridad que recibiría su pelotazo vengativo.

Estos son episodios que aparecen en el béisbol “por la muerte de un obispo”, ya que el béisbol ha sido un deporte limpio y con una legislación seria y dispuesta a cortar brotes de violencia.

En el futbol son más frecuentes los casos sospechosos de agresiones, toda vez que el fútbol es un deporte de mucho contacto personal, sin embargo en el fútbol no se han dado casos de fallecimientos por obra de los ataques intencionales. Eso sí, hay numerosos casos de jugadores que fueron invalidados intencionalmente, como no se ha podido ver en el béisbol.