El ADN o ácido desoxirribonucleico es la molécula que contiene la información genética de todos nosotros como seres vivos, es algo así como de lo que estamos hechos. Así mismo, los verdaderos líderes se distinguen por un ADN particular, por un conjunto de rasgos, hábitos y principios que marcan su forma de influir, inspirar y ayudar a transformar a otros; este ADN no es innato en su totalidad, puede cultivarse con una decidida intención y mucha disciplina.
Todo líder tiene en su ADN el valorar a las personas, el líder verdadero no utiliza a las personas para lograr los resultados, sino que usa los resultados para servir mejor a las personas, cada persona tiene su potencial y uno de los roles de los líderes es descubrir y desarrollar el potencial oculto que hay en ellos, si el líder no valora a las personas, sencillamente no podrá liderarlas.
La actitud positiva es un sello indispensable en los líderes ya que marca la diferencia en todo, si los líderes transmiten energía positiva, inspiran, si transmiten energía negativa, desaniman; la gente siempre seguirá al líder más alegre y optimista en medio de las dificultades, nunca, al más crítico. Una actitud positiva transforma problemas en aprendizajes y ayuda a mantener la esperanza en medio de la incertidumbre.
El crecimiento diario es el ADN del liderazgo duradero, un líder no llega a la cima por suerte, sube cada día un escalón con disciplina, práctica y aprendizaje. Si un líder no sigue desarrollándose perderá la capacidad de inspirar, el liderazgo se desarrolla diariamente, no en un día; leer un libro, reunirse con un mentor, escribir sobre temas de interés y practicar habilidades de comunicación todos los días produce resultados exponenciales a largo plazo.
El liderazgo verdadero siempre se demuestra con el ejemplo, no solo con palabras o posiciones, el ejemplo es la base de la credibilidad, no se les puede pedir a otros lo que uno mismo no practica, un líder puede dar discursos inspiradores, pero si su comportamiento contradice sus palabras, perderá la confianza de los demás. Todo líder debe tener en su ADN el liderar con el ejemplo, es la única forma real de liderar.
Los líderes deben tener en su ADN el vivir con una intención, es decir, vivir con un propósito, añadir valor a otros y tomar decisiones conscientes cada día para acercarse a la vida que desean y al impacto que quieren dejar en las personas.
Por último, la visión, la integridad, la resiliencia, la comunicación efectiva y el enfoque en las personas son también parte del ADN de los líderes que dejan huella y transforman de una manera positiva su entorno.
@henrydelae