La noticia fue publicada por el diario El Nuevo Siglo el pasado 27 de agosto, faltando los candidatos de los influencers, la Casa de los Famosos y Las Marimondas del Barrio Abajo del Carnaval de Barranquilla, convirtiendo la política colombiana, no en un espectáculo mediático, como lo advertía el escritor peruano Mario Vargas Llosa, sino en una grosería. Candidatos, sin credibilidad y sin posibilidad de dar la pelea, capaces de hacer propuestas llamativas que enamoren al elector en este mar de incertidumbre y de inseguridad colectiva.
De estos cien candidatos, antes del seis de enero del próximo año, el 90% se ha dispersado en varios sitios, muchos haciendo cola para el Congreso de la República, otros como candidatos de alcaldías y gobernaciones y varios ayudando a los más opcionados para aspirar a un Ministerio o a un importante cargo público. Algunos desmontarán su circo a cambio de unos pesos.
Es hora que el gobierno nacional y el Consejo Nacional Electoral reglamenten la inscripción de candidatos en todos los niveles de los cargos de elección popular en cuanto a calidades y exigiendo pólizas de garantía de seriedad, pues muchos aspiran a estas posiciones sin tener los votos suficientes, poniendo al Estado a gastar grandes sumas de dinero y exigiendo protección de la UNP, con carros blindados y un ejército oficial cuyo costo supera los 50 millones de pesos mensuales.
A lo anterior se le suma el despilfarro en las consultas internas de los partidos políticos y la recolección de firmas que llevan a la Registraduría Nacional del Estado Civil a invertir cuantiosas sumas para complacer el capricho de algunos personajes que no cuentan con los votos de su familia, como sucedió en mayo de 1990 con el cantante Mario Gareña (Jesús Arturo García Peña), que se lanzó a la Presidencia de la República y obtuvo 2411 votos, creyendo que el pueblo votaría masivamente siguiendo la música de su famosa canción Yo me llamo cumbia.
En este sentido, podríamos concluir con un análisis político del escenario electoral con una proyección a mayo de 2026, con los candidatos que podrían reemplazar al Presidente Gustavo Petro. Por la derecha: María Fernanda Cabal, Vicky Dávila, Abelardo de la Espriella, Germán Vargas Lleras y Miguel Uribe Londoño. Por el Centro: Sergio Fajardo, Claudia López, Juan Daniel Oviedo y Daniel Palacio. Por la izquierda: Roy Barrera, Gustavo Bolívar, Iván Cepeda y Clara López Obregón.
La política no es un juguete, tampoco una estafa consentida. Es un juego de poder para gente inteligente.
@FcuelloDuarte