Mejor final, imposible. Junior derrotó 2-1 a Nacional en el Metro, con 44.260 aficionados en pie de fiesta, en gran partido que tuvo de todo. Buen comienzo, derrota parcial 1-0 al terminar el primer tiempo, empate 1-1 con Canchimbo y triunfo 2-1 sobre el final, con el ‘Titi’. Fue un subibaja de emociones.
En el regreso para la segunda parte, el Junior volvió cargado de decisiones y emociones. Los cambios comenzaron a ser definitivos como el de Rivas por Castrillón, el de Canchimbo por Celis, el de Teófilo por Paiva y el de ‘Titi’ por Enamorado, extenuados después de derramar toda su calidad en el terreno de juego.
La segunda parte fue de un Junior solidario, montado, dominante, y con mucho carácter. Un Junior solidario que, si bien corre, también juega al fútbol, hizo que Nacional entrara en una confusión que no superó.
Y se vino todo lo esperado. Centro de Enamorado, golazo de Canchimbo, tiro de esquina de Teófilo, pelota en Rivas, pase de Canchimbo al área, golazo ganador del ‘Titi’. Y la explosión de alegría en el Metro que se escuchó en toda la ciudad.
El festejo fue doble, cuando el balón entró y cuando el VAR le certificó al árbitro Andrés Rojas, 2 minutos y 20 segundos después, que el gol del ‘Titi’ era legítimo. Volteada sublime, con cambios pensados y llenos de resultados ¡con los cuatro del recambio!
Junior en el primer tiempo corrió para jugar, en la segunda parte jugó para correr, como me dijo anoche uno de mis consultores con quienes observo y analizo los partidos. Algo en lo que particularmente venía insistiendo: corrió, presionó, pero jugó al fútbol.
Tengo un deja vu con el Junior del profe Alfredo Arias que hemos estado viendo últimamente. Tiene el talante de otros Junior que han sido campeones.
Ver al Metro lleno me revolvió todos esos recuerdos y todas esas emociones. Un gran amigo y businessman asentado en USA me escribió: “Me alegro por todos los que estuvieron en el Metro. Salieron con una inyección de dopamina de felicidad Tiburona”.
Se ganó con carácter, solidaridad, actitud, ganas, corriendo, presionando, pero jugando al fútbol.
Y eso nos dejó felices a todos…








