Con éxito camina el arreglo de calles y avenidas en la ciudad, como lo prometía el alcalde Char. En el país sobresale porque él lo que promete lo cumple. Es lo mismo que el Gobernador Verano que: donde pone la lupa, se cumple porque se cumple. Y este estilo de ejecución es lo que los distingue en un país en donde se va el tiempo en promesas, inclusive desde la Presidencia, pero pronto se olvidan. Y no se trata en esta columna de adular a nuestros gobernantes. No es nuestra costumbre ni nuestro estilo. No adulamos a nadie, solamente reconocemos lo que es justo reconocer y señalar la mentira, el engaño, el error, cuando sea necesario para nuestro Departamento y nuestra capital.

Media Barranquilla tenía las calles destrozadas. Se inició la recuperación: Tapahuecos.

La Operación Tapahuecos está en curso y se ha convertido en una estrategia clave para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El alcalde Alejandro Char ha resaltado la importancia de esta operación; en esta segunda fase busca intervenir en más de 34 mil metros cuadrados de vías en 55 barrios de la ciudad con varios frentes activos.

Está bien porque no podemos meternos en pavimentar todas las vías, el presupuesto no alcanza. Pero mejorar la circulación, sí. En donde no estamos seguros de acertar es en el cálculo de que el avance va por el 70%. Creemos que aún falta mucho más y que si no se había iniciado el trámite era por razones presupuestales del Distrito, no por falta de ganas. Ahora se ven los avances poco a poco, aun cuando pensamos, la temporada invernal se atravesó y puede demorar resultados.

De otro lado, aun cuando nos señalan como cansones con el tema, es necesario recordarle al magnífico Alcalde Char que los andenes están tan deteriorados que en ciertos barrios, muchos, la gente tiene que abrirse a las calles para poder transitar porque, entre el deterioro integral total y los talleres urbanos en plena acera, la gente no tiene por donde caminar. No nos olvidemos, por favor, que el 75% de los habitantes de la urbe, según estudios recientes, no tienen vehículo de movilización, autos, buses o motocicletas. Y la única forma de desplazarse es a pie, metro por metro, que es el vehículo de los pobres o incapacitados o que nunca aprendieron otra manera de traslado.

Tengamos presente que la ciudad se proyectó en un desarrollo permanente, es una capital que ya no se detiene, que avanza, que supera dificultades, que abre nuevos horizontes. Y nuestro alcalde interpreta muy bien esta característica. Eso es lo que debe hacer siempre un gobernante: Identificar las necesidades y no malgastar el tiempo en temas ociosos o cubrir peticiones con el sello del egoísmo y la vanidad personal.

¡Si lo sabremos nosotros! Lo importante es que continúe hasta su finalización el arreglo de calles, de andenes, la ampliación de vías, todo lo que contribuya a mejorar la movilidad y el desplazamiento. Ya se escucha mucho la expresión urbana en todos los niveles: “Ya no cabemos”.