Asesinos de líder estudiantil en Popayán aseguran que familia está implicada
Estos son los reveladores detalles que confesó uno de los autores materiales del crimen.
Los reveladores detalles del sicario que ultimó al líder estudiantil de Popayán Esteban Mosquera Iglesias, asesinado el 23 de agosto de este año podrían dar un giro de 180 grados sobre la investigación que siguen las autoridades sobre los móviles del crimen.
Según confesión del asesino, en este crimen estarían involucrados miembros de la familia de Mosquera por cuenta de una supuesta herencia.
Esteban Mosquera Iglesias, fue asesinado por hombres armados que se movilizaban en una motocicleta y que lo esperaban al salir de una entidad bancaria.
Por este homicidio hay cinco capturados.
Este caso fue priorizado por el presidente de la República, Iván Duque quien ofreció hasta 50 millones de pesos como recompensa por dar con los autores materiales del hecho. Así mismo, el fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, también se pudo al frente de la investigación.
Según el diario El Tiempo, un menor de 17 años, sería uno de los implicados en el crimen, sin embargo, su captura inicial se debió a otro proceso por homicidio. Se conoció, además, que también será imputado por el asesinato de Esteban Mosquera.
Los otros capturados vinculados a este homicidio son: Breiner Alexánder Narváez Ruiz y Fernando Esteban Narváez.
El diario capitalino reveló que los primeros capturados confesaron ante la Fiscalía quienes eran los otros sujetos que participaron del homicidio, quienes fueron identificados como Édgar Alexánder Méndez y Micheline Vásquez Murillo.
En esos mismos detalles indicaron el modus operandi, cómo fueron contactados, la suma de dinero recibida por cometer el crimen y como realizaron los seguimientos al líder estudiantil de Popayán.
Dicha suma estaría alrededor de cinco millones de pesos y quienes contactaron a los sicarios cobraría una comisión.
De acuerdo a la misma confesión de los asesinos estos fueron contratados para “asesinar a una persona que la familia lo está mandando a matar para quedarse con una herencia”.
El Tiempo precisó que el ente de control estudia la hipótesis y en la información que revisan de los celulares de dichos intermediarios, pues según relatan uno de los sicarios fue testigo de una llamada en donde estos hablaron por teléfono con quien los contrató.
En el interrogatorio los determinadores del crimen de Mosquera aseguraron que en una primera reunión fue definido el monto por llevar a cabo el crimen.
Agrega que en horas de la noche de ese mismo día concretan una nueva reunión con los intermediarios quienes son los que entregan el arma (revólver) y acuerdan que Micheline Vásquez Murillo sería el encargado de realizar los seguimientos y contar cada paso del líder estudiantil.
La Fiscalía reveló que en los seguimientos que se le hicieron al joven está involucrado un vehículo blando desde donde se movilizaban para vigilar la casa de Mosquera.
Estos seguimientos los dirigía una mujer quien se encargó de “perseguir” a Mosquera desde su casa hasta donde se desplazara para poder informar a los determinadores del crimen.
“Ella sabía que el líder estudiantil salía en la mañana a comprar el pan. De ahí llama a Breiner (quien es la persona que dispara contra Mosquera)”, relató una investigadora.
La persona que dispara señaló que la mujer cuando los contacta les entrega una descripción detallada de la víctima, la vestimenta, que se movilizaba a pie y que llevaba consigo un perro con correa en mano.
Al final de todo el seguimiento a la víctima se da cuando Mosquera entra a un banco a realizar una diligencia, al salir ya lo esperaban los sicarios quienes acaban con la vida del joven.
En cámaras de seguridad se observa a la mujer que se encuentra sentada en un parque ubicado al frente de la entidad bancaria hablando por celular.
“Cuando él (Esteban Mosquera Iglesias) sale del banco y camina hacia su residencia, recibe una llamada que da ‘luz verde’ para asesinar al joven.
El primer disparo se lo dan en el pecho a la víctima y mientras Mosquera intenta huir mal herido para pedir ayuda, el sicario arremete nuevamente y le dispara.
Después de cometer el crimen, contacta a Micheline Vásquez Murillo y le informa que ya había cumplido con el “contrato”.
